José Luis Gómez Toré
Como otros nombres de la poesía neohelénica como Elitis o Ritsos, la poesía de Yorgos Seferis (1900-1971) no puede entenderse sin la referencia al mito, pero al igual que en los citados autores buscaríamos en vano en sus poemas una reconstrucción arqueológica de los viejos relatos del mundo antiguo. Esto es especialmente cierto en el caso de Seferis, en el que lo mítico no es nunca la excusa para un imposible clasicismo. Por eso aciertan los traductores, en su atinada introducción, en vincular dicha presencia con Eliot, a quien Seferis tradujo (aunque, como se encarga de recalcar el mismo prólogo, lo clásico es asumido por el poeta griego sin el tamiz del cristianismo, a diferencia del autor de La tierra baldía). Asimismo aciertan los editores plenamente en el título, que no es solo el de uno de los libros más importantes de Seferis, sino también el nombre coloquial en griego para nuestro término “novela”, un nombre en el que se funde, como el propio autor explicó, el mito y la historia. Así, las referencias míticas, nunca puramente culturalistas, funcionan en una doble dirección: si por una parte constituyen el trasfondo trágico de la compleja historia de la moderna Grecia, que se vincula así con la antigua (pero sin fáciles nostalgias), por otro lado, como en Eliot o en Yeats, hay aquí una dramática búsqueda de significado entre las ruinas del sentido sobre las que parece levantarse nuestra frágil conciencia contemporánea. Al poeta de nuestros días no le es dado recuperar nada más que significaciones parciales, destellos de lo real: «A nuestra vuelta hemos traído/ estos bajorrelieves de un arte muy humilde».
Por otra parte, si Seferis bucea en el origen etimológico del término “mythistórima”, no hay que olvidar el sentido literal del término. En efecto, Seferis ha buscado (otro rasgo de su modernidad) la renovación de la lírica precisamente en su contaminación con lo narrativo e incluso con lo dramático. En este sentido, su obra establece vínculos con la tragedia griega, que, según la iluminadora interpretación de Vernant, nació en buena medida del conflicto entre la palabra sagrada del mito y el discurso plural y problemático del ágora, de la polis. Así, el concepto de lírica como poesía del yo estalla en Seferis en una pluralidad de personajes y de voces, que componen una compleja textura coral. Poeta de la tradición, Seferis es al mismo tiempo un poeta de su época y nuestro contemporáneo. Y su concepción de Grecia, tan dramáticamente actual, como un perpetuo exilio de sí misma («Y mientras tanto Grecia viaja/ y nosotros nada sabemos, no sabemos que somos todos marinos en tierra») es asimismo la certeza, tan fácilmente compartible, de que no hay morada permanente («ahora que el mundo/ se ha vuelto un hotel inmenso»).
1 comentario:
Maravilloso Seferis. "Mythistórima y otros poemas" fue el primer libro que leí de Seferis en la vieja colección de Premios Novel, editada en los 80. Lo curioso es que los primeros versos de este poeta los leí como cita hecha por Stephen King al comienzo y a lo largo de las divisiones en partes de su libro "El misterio de Salem´s Lot". Parece ser que es un gran admirador de Seferis.
Alberto.
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