Salvador Gutiérrez Solís
Comencemos con un poema de Pablo García Casado —de actualidad, ya que acaba de compilar toda su obra poética en Fuera de campo—: No es un ambiguo sentimiento de angustia, es dinero. La nueva novela de Alan Pauls podría resumirse perfectamente con este poema.
Parece que con Historia del dinero Alan Pauls cierra su trilogía setentera, argentina, excesiva y fantasmal. Y para ello se vuelve a aliar con algunos de los personajes más representativos —de esta trilogía— que ya encontramos en Historia del llanto y en Historia del pelo. La mirada del niño que sigue contemplando todo a través de su ventanal.
Tónica general en su obra, se sigue buscando Pauls, o tal vez siga buscando esa concepción de la narrativa que con cada nueva novela consigue revitalizar y estimular. Aliento, electricidad, apuesta. Pauls es un magnífico ejemplo de la pasión por el camino, por el viaje, sin pensar cuál es el destino, o por qué es necesario alcanzar algún lugar. Tal vez no exista ese lugar, es lo de menos. El triunfo es el viaje, viajar, el trayecto. Pauls no ha soltado su mochila.
En esta novela, el dinero es más que billetes y cifras, es un universo, una obsesión, una forma de estar y ser. Ganar dinero es una pasión rutinaria, básica, pero pasión a fin de cuentas. Pasión que puede llegar a lo carnal, a lo sexual, orgía de dinero, pero con el tacto de un billete mil veces manoseado.
Excesivo y deslumbrante, Alan Pauls, características de su narrativa desde sus comienzos, en Historia del dinero nos conduce por el lado oscuro del dinero, sobredosis de dinero, dinero, mucho dinero, todo y todos por el dinero. Alterna Pauls, sin previo aviso, el microscopio con el plano general, los elementos autobiográficos con las referencias al contexto social, salvaje y caótico, de la Argentina mundialista de los setenta, ese país de “paranoia y dolor” que nos cantó Andrés Calamaro. En estos giros, que siempre sorprenden al lector, es donde Pauls exhibe todo su músculo literario, esa inexplicable capacidad innata para sobrevivir a su propio incendio y convertir un texto abocado a las cenizas en una imponente e iluminadora llamarada que nos ciega, puro esplendor.
Historia del dinero es una novela que aturde y emociona, que embriaga, que escuece. Narrativa con nervio y aliento, historias contadas, crónica de sombras y obsesiones, naufragios que nos intimidan, personajes reales y visibles, Literatura, de la buena.
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