Verónica Aranda
Nagai Kafū (1879-1959) es uno de esos escritores estetas que llevaron una vida consagrada al hedonismo, acorde a los ideales del bunjin (hombre de letras japonés). «En la vida no hay pasado ni futuro, sólo los placeres del día», dice uno de sus personajes, y así transcurrió la vida de Nagai Kafū, debatiéndose constantemente entre las letras y el placer. Cultivó el amor sofisticado y elegante, despreciando las convenciones, y fue uno de los escritores rebeldes que se opusieron al gobierno de Japón durante la segunda Guerra Mundial. Algunas de sus novelas estuvieron censuradas durante un tiempo. «El más libertino de los escritores japoneses», como lo denomina el maestro Carlos Rubio en el prólogo exhaustivo del libro, fue un defensor a ultranza del “arte por el arte”, regido por un código del buen gusto.
La editorial asturiana Satori, dentro su colección Maestros de la literatura japonesa que tiene el acierto de traducir a todos los autores directamente del japonés en ediciones muy cuidadas, nos trae Una extraña historia al este del río, libro compuesto de dos novelas breves muy representativas de la obra de Kafū, escritas en su etapa de madurez: Durante las lluvias y la que da título al libro. En ambas hay un protagonismo absoluto de la atmósfera sobre la acción, dibujando magistralmente estampas de los barrios de placer de Tokio y el mundo de las geishas, dos constantes temáticas del autor nipón. La primera novela transcurre en dos meses, durante un verano caluroso. Un escritor bohemio se obsesiona con Kimie, una camarera (eufemismo de prostituta sin licencia) del Café Don Juan y le tiende una serie de trampas. Cabe destacar la profundidad psicológica de Kimie, que parece extremadamente real, una mujer insegura y contradictoria, que se sirve constantemente de su poder seductor con los hombres. Kafū describe con viveza y libertad la noche tokiota de las tres primeras décadas del siglo XX. Guía al lector por los cafés y casas de citas, y con una mirada milimétrica capta pequeños detalles de “los callejones de atrás”, plasmando con sutileza el erotismo sugerente de las geishas al combinar los colores del kimono o al desatarse el obi o fajín-alegoría de la entrega física de la mujer japonesa.
La segunda obra, Una extraña historia al este del río, da muestras constantes de modernidad y un gran sentido de la estructura narrativa y del fragmentarismo. A través de la novela dentro de la novela y del pastiche, el autor intercala narraciones anteriores, haikus y poemas. En el relato principal, un escritor maduro, Tadasu Oé, álter ego de Kafū, coleccionista de antigüedades y nostálgico de la era Meiji, entabla relación con Yukiko una prostituta “ventanera” y misteriosa que se cobija en su paraguas un día de lluvia. Vestida con kimono y peinada a la vieja usanza, Yukiko representa un pasado que se desvanece y el protagonista encuentra en ella un refugio donde vivir su nostalgia y huir de la radio y de cualquier objeto que represente la modernidad. Kafū nos sumerge con su estilo elegante en un niponismo decadentista. En el calor sofocante de la época de lluvias que llena de mosquitos la alcoba de la mujer y a través de esa aventura, el protagonista busca inspiración para escribir una novela titulada “Desaparición” de la que incluye algunos fragmentos, para acabar sometiendo al lector a varios finales posibles, manteniéndole consciente de la naturaleza literaria de toda la obra.
Estamos ante dos novelas breves magistrales de un escritor que es ya todo un clásico contemporáneo en Japón y que supo amalgamar con maestría el naturalismo francés y el decadentismo con la prosa frívola de la época de Edo; Confucio y Maupassant, Ihara Saikaku y Baudelaire, para traernos un Japón ya desaparecido de geishas, camareras y actores de kabuki. Un Hoyos y Vinent a la japonesa de un refinado esteticismo.
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