Pedro Pujante
Según la consabida paradoja de Schrödinger, mientras no se abra la caja, el gato está vivo y muerto al mismo tiempo. Se presume la convivencia de dos realidades paralelas, alternativas y contradictorias. Esta idea de dos mundos paralelos es con la que juega Colectivo Juan de Madre (CJM) en esta singular novela.
No encontraremos aquí un gato sino una joven llamada Gabriela. ¿O son dos? Ahora vamos a eso. El libro presenta de forma alterna las historias de una y otra versión de la vida de Gabriela; en capítulos alternos (1a, 1b) vamos conociendo la(s) vida(s) de Gabriela. En una de las versiones, Gabriela vive con su novio, tiene una vida social normal y trabaja en un hospital. En la otra, está ingresada en un psiquiátrico, no tiene novio y se lleva mal con sus padres.
El lector se preguntará quién es la real, si es que alguna de ellas es lo es. Uno incluso llega a sospechar que quizá una sueña o imagina la vida de la otra. Además, hay que añadir que Gabriela tuvo una hermana gemela, Laura, a la que estaba muy unida y que falleció en un accidente. Así que, ¿no será una de estas Gabrielas, la misma Laura? El tema del doble está en esta narración trenzada y ambigua expuesto con gran acierto, no dejando al lector más que las pistas necesarias para acceder a interpretaciones fragmentarias y nunca resolutivas.
Al principio hemos hablado de multiversos, de mecánica cuántica. En New mYnd se nos explica una nueva experiencia que está comenzando a hacer furor entre los jóvenes. La inserción de un diamante que consigue bifurcar la personalidad y así proyectar un segundo universo en el que se desarrolla una segunda existencia. «El universo es un constructo de nuestra mente individual. El diamante bifurca esa mente, y con ella el universo; y no al revés.»
New mYnd está estructurada en capítulos breves, de una o dos páginas, e incluye digresiones al propio tejido narrativo: fotografías, textos de terceros, poemas o entradas de un blog ficticio. No obstante, estas aportaciones extratextuales y su carácter fragmentario no deforman el conjunto narrativo ni intervienen negativamente en la construcción novelesca ni en el transcurso argumental de la obra. Sino que consiguen remodelarla, dotarla de un significado más complejo y a la postre, edificar una novela equilibrada, proteica, divertida y sólida.
Su heterogeneidad y experimentalismos, deudores de Rayuela (sobre todo por esa búsqueda del lector activo; por su contenido paraliterario), incluso con reminiscencias de Nocilla de Mallo (por sus capítulos escuetos y la inserción de lenguajes no literarios), no son inútiles, sino que están al servicio de la historia que CJM nos presenta.
En definitiva, un libro diferente, que aporta nuevas pistas para comprender hacia dónde se dirige la nueva narrativa. Una narrativa que se expresa en un nuevo lenguaje más dinámico, visual, referencial y siempre paródico. Que nos habla de la dificultad de encontrar un paisaje mental que se acople a la compleja realidad. Que con ironía e inteligencia aborda temas como la identidad, la locura y la fragilidad de las relaciones, sin prescindir de un tratamiento vitriólico.
Dos historias (que quizá son una) paralelas que confluyen en un más que extravagante e inesperado desenlace.
La caja con el misterioso gato vivo-muerto permanecerá cerrada durante la lectura. Al final habrá de llegar el lector si quiere adivinar si este metafórico gato (¿Gabriela, dos Gabrielas, Gabriela y Laura?) ha muerto, sigue vivo o se ha duplicado y habita dos universos paralelos.
Un libro que será del gusto de lectores exigentes, bipolares y demás enfermos de la buena literatura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario