Trad. Luisa Feliu. Libros del Asteroide, Madrid, 2010. 248 pp. 16,95 €
Carmen Fernández Etreros
Misterio y tensión son el punto de partida de esta novela de Léo Malet Calle de la Estación, 120 publicada por primera vez en 1942. Una novela negra emocionante e intensa que presenta a uno de los grandes personajes de la novela negra francesa Néstor Burna, un detective irónico y sagaz. También una descripción de la vida cotidiana en Francia durante la Segunda Guerra mundial, las restricciones impuestas por los nazis, los campos de prisioneros, la vuelta de estos prisioneros a París, la oscuridad de las calles parisinas,las reuniones en bares y fiestas privadas...
Ya el comienzo de la novela la trama sorprende al lector: Bob Colomer, antiguo ayudante del detective Néstor Burma, es asesinado en la estación de Lyon justo cuando éste le ve en el andén y levanta la mano para saludarle desde la ventanilla del tren. Néstor Burma acaba de llegar a Francia procedente del campo de prisioneros alemán, un stalag, en el que había estado internado. Antes de morir, Colomer logra susurrarle una dirección: «Dígale a Hélène... calle de la Estación, número 120» la misma que Burma había escuchado en el hospital militar de un prisionero agonizante. A partir de esta coincidencia arranca una singular investigación en la que el detective tendrá que indagar en episodios de su pasado que ya creía olvidados y buscar a personajes como la bella y misteriosa mujer que tiene un parecido increíble con la actriz francesa Michèle Hogan o el fantasma del gánster Jo-Tour-Eiffel especializado en robos de perlas y asaltos a joyerias, cuyo cadáver apareció en Inglaterra unos años antes devorado por los cangrejos.
Una complicada trama de herencias, crímenes, emboscadas y casualidades, cuya intriga dosifica muy bien el autor gracias a un ágil ritmo narrativo. Y para mí inolvidable el personaje de Néstor Burma un personaje egocéntrico, socarrón y brillante que se deja guiar para sus investigaciones por su instinto e intuición, poco ortodoxo con las normas y las leyes y que siempre va un paso por delante de sus adversarios. La reunión de todos los sospechosos en una sala para desenmascarar al culpable y descubrir el enigma recuerda capítulos inolvidables de la novela negra como los finales de algunas novelas de Agatha Christie. A partir de la creación de este personaje Léo Malet (Montpellier, 1909-1996) le dedica más de treinta novelas, entre ellas Niebla en el puente Tolbiac, también editada por Libros del Asteroide.
En suma Calle de la Estación, 120 es un buen libro para entretenerse y disfrutar de una novela negra inteligente, divertida y llena de suspense.
Carmen Fernández Etreros
Misterio y tensión son el punto de partida de esta novela de Léo Malet Calle de la Estación, 120 publicada por primera vez en 1942. Una novela negra emocionante e intensa que presenta a uno de los grandes personajes de la novela negra francesa Néstor Burna, un detective irónico y sagaz. También una descripción de la vida cotidiana en Francia durante la Segunda Guerra mundial, las restricciones impuestas por los nazis, los campos de prisioneros, la vuelta de estos prisioneros a París, la oscuridad de las calles parisinas,las reuniones en bares y fiestas privadas...
Ya el comienzo de la novela la trama sorprende al lector: Bob Colomer, antiguo ayudante del detective Néstor Burma, es asesinado en la estación de Lyon justo cuando éste le ve en el andén y levanta la mano para saludarle desde la ventanilla del tren. Néstor Burma acaba de llegar a Francia procedente del campo de prisioneros alemán, un stalag, en el que había estado internado. Antes de morir, Colomer logra susurrarle una dirección: «Dígale a Hélène... calle de la Estación, número 120» la misma que Burma había escuchado en el hospital militar de un prisionero agonizante. A partir de esta coincidencia arranca una singular investigación en la que el detective tendrá que indagar en episodios de su pasado que ya creía olvidados y buscar a personajes como la bella y misteriosa mujer que tiene un parecido increíble con la actriz francesa Michèle Hogan o el fantasma del gánster Jo-Tour-Eiffel especializado en robos de perlas y asaltos a joyerias, cuyo cadáver apareció en Inglaterra unos años antes devorado por los cangrejos.
Una complicada trama de herencias, crímenes, emboscadas y casualidades, cuya intriga dosifica muy bien el autor gracias a un ágil ritmo narrativo. Y para mí inolvidable el personaje de Néstor Burma un personaje egocéntrico, socarrón y brillante que se deja guiar para sus investigaciones por su instinto e intuición, poco ortodoxo con las normas y las leyes y que siempre va un paso por delante de sus adversarios. La reunión de todos los sospechosos en una sala para desenmascarar al culpable y descubrir el enigma recuerda capítulos inolvidables de la novela negra como los finales de algunas novelas de Agatha Christie. A partir de la creación de este personaje Léo Malet (Montpellier, 1909-1996) le dedica más de treinta novelas, entre ellas Niebla en el puente Tolbiac, también editada por Libros del Asteroide.
En suma Calle de la Estación, 120 es un buen libro para entretenerse y disfrutar de una novela negra inteligente, divertida y llena de suspense.
1 comentario:
Pues habrá que conseguir un ejemplar, gracias por la recomendación.
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