Jaime Valero
Los trece relatos compilados en este volumen de Impedimenta ven la luz por primera vez en castellano (con la excepción de "Máscara", que ya contó con una traducción en el quinto número de la revista Minotauro, allá por 1984) y abarcan buena parte de la trayectoria literaria de Stanislaw Lem (Leópolis, 1921). Presentados en orden cronológico, estos textos nos muestran la evolución del autor entre las décadas de los 50 y los 90, y nos enseñan cuáles fueron los temas que predominaron en su narrativa y que lo intrigaron e interesaron durante toda su vida. Algunos de ellos son comunes a muchos otros narradores de ciencia-ficción; es el caso del contacto con formas de vida extraterrestres, y más concretamente, la descripción de entes biológicos que escapan a nuestra comprensión. Pero al contrario de lo que suele ocurrir en la ciencia-ficción más convencional, donde los alienígenas adoptan formas humanoides y llegan a comunicarse con nosotros, lo que a Lem le interesa mostrar es el profundo desconcierto y la aterradora inquietud que provocaría en nosotros un hipotético encuentro con esta clase de seres. Así lo vemos en los dos relatos que abren esta antología, “La rata en el laberinto” e “Invasión”, y de un modo más ácido y humorístico en “La invasión de Aldebarán”. En esa línea de temas habituales del género encontramos el de la soledad de los viajes espaciales, expresada de forma brillante en el relato titulado “El martillo”. Otra cuestión recurrente, y que a Lem interesa particularmente, es el de la inteligencia artificial y los avances tecnológicos, tema que protagoniza las reflexiones plasmadas en “La fórmula de Lymphater” y “El amigo”, cuya atmósfera resulta sobrecogedora en algunos pasajes. Sorprende que el paso de los años y la vertiginosa evolución tecnológica no hayan dejado desfasados estos escritos, aunque no pueda decirse lo mismo de “Ciento treinta y siete segundos”. Por último, la existencia de Dios, el germen de la vida y el misterio mismo de la existencia se dan la mano en “Moho y oscuridad” y “El diario”, el más complejo de todos los relatos aquí compilados. Tal vez este volumen no sea la mejor forma de acercarse al entramado filosófico y existencial que caracteriza la literatura de Lem, por el desconcierto que estos relatos pueden provocar al lector por la cantidad de temas tratados y porque, antes que respuestas, lo que dejan en nuestra mente son nuevos enigmas. Sin embargo, aquellos que ya se hayan embarcado en los viajes propuestos por Solaris o Retorno de las estrellas, encontrarán aquí un incentivo para seguir adentrándose en los misterios vitales y científicos planteados por Lem.
1 comentario:
Hola.
Recién entro y me pareció mal salir sin comentar algo.
Fui amante de la ciencia ficción pero supongo que di con el libro equivocado y no me emocionó Lem, pero las temáticas llaman mi atención, además que he leído algunas críticas positivas acerca de la calidad "literaria" de este autor. Así que gracias por la recomendación y la reseña.
Saludos
Rubén
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