María Dolores García Pastor
En el año 2003 Khaled Hosseini irrumpió en el panorama literario internacional con su novela Cometas en el cielo, todo un fenómeno editorial que se tradujo en grandes ventas e incluso en una versión cinematográfica. El libro nos llevaba hasta un país tan poco conocido para los occidentales como Afganistán, con una historia reciente tan apasionante como convulsa. La historia que narraba era a un tiempo descarnada y tierna, tanto que en algunos momentos sacudía al lector. Recuerdo una lectura llena de emociones. Para muchos lectores este se convirtió en uno de esos libros que se guardan en la memoria y se suelen recomendar.
Es tal vez por todo eso que Y las montañas hablaron no acaba de convencer al lector, demasiadas expectativas que no se llegan a cumplir. Esta vez Hosseini ha querido hacer un libro de personajes, su campo de visión es más amplio. La acción sucede por todo el mundo y en diferentes épocas históricas, desde los años cincuenta hasta nuestros días, con lo cual el movimiento es continuo tanto espacial como temporalmente. La trama no es lineal aunque tiene un hilo central, una historia a través de la que se articulan las demás. En ocasiones cuesta llegar al momento en que se vislumbra esa conexión, por lo que la lectura puede parecer inconexa. Se trata de personajes que se encuentran en un cruce de caminos, han de tomar decisiones que serán determinantes. A través de cómo se desarrollan los hechos posteriores el autor reflexiona sobre la importancia que tienen las decisiones que tomamos. También encontramos en el libro el que podría ser el alter ego del autor, que no es otro que Idris, el médico que emigra a los Estados Unidos. A través de él nos acerca a lo que Hosseini define como “la culpa del sobreviviente”.
El sentimiento de culpa y el arrepentimiento son algunos de los temas recurrentes del libro.
Comienza el libro con un padre que cuenta a sus dos hijos, Pari y Abdulá, protagonistas de la trama principal, la leyenda de un div, criatura sobrenatural del folclore afgano. Se trata de una narración al más puro estilo de Las mil y una noches con una moraleja que nos prepara para lo que sucederá a continuación, para vivir la historia central alrededor de la que giran las otras. Son muchos los protagonistas y muchas las tramas, el autor las hace encajar pero bien podrían funcionar por separado. Todas ellas son interesantes aunque a veces el lector tiene la sensación de que quedan a medias, de que no se les ha sacado todo el jugo. Recuerda en cierta manera el vicio de algunos escritores noveles que quieren contarlo todo en su primera novela. En esta ocasión Khaled Hosseini abarca mucho pero aprieta poco. La intensidad de las historias queda muy lejos de aquellas Cometas en el cielo que le hicieron famoso. Aun así, no se le puede negar la gran capacidad como narrador que posee este escritor afgano afincado en California. Su prosa es fluida y atrapa al lector y le hará disfrutar del libro.
1 comentario:
Es que superar Cometas en el cielo debe ser complicado, tanto para el autor como el lector ¿verdad?
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