martes, febrero 11, 2014

El último viaje de Omphalos, Willy Uribe

Los libros del Lince, Barcelona, 2013. 208 pp. 18,90 €

Daniel López García

El último viaje del Omphalos es la historia de un hombre común, Jaime Torres, enfrentado a su destino y al de los hombres que le rodean. El último libro de Willy Uribe publicado por Los libros del lince narra la aventura de un grupo de cuatro marineros españoles atrapados en un buque mercante varado frente a un archipiélago de las islas de Cabo Verde al principio de los años ochenta. Jaime Torres, personaje central y sobre el que pivota toda la acción, jefe de máquinas y operario que quedará al mando del barco, se enfrentará a la tarea de buscar una salida para él y el resto de sus compañeros, y escapar con vida de esa situación, siendo abandonados por el Gobierno de España y extorsionados por las autoridades portuarias de las islas. De la estrategia que desarrolle dependerá el éxito de su operación, basada en su profundo conocimiento del carácter humano y en la firmeza de sus principios éticos y morales que se deben al cumplimiento de su papel dentro de la embarcación para con él y sus semejantes. Y ahí es donde radicará su tragedia.
Uribe construye una historia donde emerge el espíritu de la épica clásica presente en las grandes obras de la literatura: un hombre que lucha en una palestra con todo lo que posee y con todo lo que pierde para siempre morir. De esta forma, la historia que presenta no se muestra como una simple cadena de sucesos, sino como una concatenación de acontecimientos que derivan de las acciones de Jaime Torres en relación a lo que espera y piensa de los que le rodean. Bajo esta estructura subyace el elemento trágico que en El último viaje del Omphalos se manifiesta en la incapacidad de Jaime Torres para reconocer lo correcto y alcanzar una orientación segura en relación a su contexto. El personaje de Torres que tuvo la posibilidad de salir del barco junto a otros marineros extranjeros que sí fueron auspiciados por sus gobiernos, decide mantenerse hasta el final con sus compatriotas movido por el impulso moral del deber y la obligación. No obstante, su fracaso no será su defecto moral, el no haber estado a la altura de las circunstancias y anteponer sus intereses personales a los colectivos («El puto deber acabará contigo y con todo aquel que se arrime a ti» pp. 133 —le reprenderá uno de los personajes—). Su tragedia se fragua en pasar por alto los límites de la naturaleza humana que se manifiestan en la falta de confianza de sus compañeros y en la consecuente deriva que estos toman movidos por el miedo y su falta de fortaleza («Aquellos hombres habían sido sometidos por un poder que muy pocas criaturas de este condenado planeta logran eludir: el miedo al hombre» pp. 21) que acabaran traicionándolo.
En cuanto a la forma, El último viaje del Omphalos está construido fundamentalmente por el diálogo en dos espacios concretos: el buque y la isla. De esta forma, la estructura de la novela vislumbra una pieza teatral debido al conflicto constante en el que se encuentran los personajes, expresado a través del diálogo, que sirve como motor de la acción; y la concreción en dos espacios de enorme valor simbólico que definen la angustia y la desesperanza de los mismos: un barco expoliado y la garita portuaria en una isla de un archipiélago africano. Estos elementos permiten a Uribe no solo contraponer las diferentes visiones de los personajes y la adversidad en la que se encuentran, sino que además logra profundizar en la psicología de estos a través de la confrontación dialéctica y el espacio. El diálogo sigue dominando incluso en las digresiones del narrador, cuya voz es Jaime Torres, que de forma referida toma la palabra del resto de personajes. Uribe, de esta forma, establece un mosaico de voces, siempre en una relación de conflicto, por las que el lector accede a las profundidades de lo humano en la medida en que el personaje central va descubriendo las bajezas de los que le rodean («Le llamé amigo porque necesitábamos esos pequeños gestos de vez en cuando (…) el lubricante necesario para que todo rodara como debía hasta que llegara el momento de escapar de allí» pp. 81) y la ausencia de moralidad que desembocará en la trágica resolución de su propio fin («La mente humana puede llegar a ordenar acciones sorprendentes cuando la razón abandona los mandos» pp. 105).
Willy Uribe construye una historia alrededor de un héroe trágico cuyas decisiones acaban por arrastrarlo a través de una serie de sucesos llenos de sufrimientos. Al igual que el Omphalos es empujado a la deriva mar adentro por el vasto y ajeno océano, Jaime Torres acabará siendo arrollado por la mezquindad del ser humano y la dificultad de sobreponerse a sus intereses particulares. El último viaje del Omphalos viene a plantear la esencia trágica de nuestra existencia que estriba en que no son nuestras decisiones o faltas las que arrasan y condicionan el destino de los hombres, sino la miseria ineludible que habita en cualquiera de nosotros ante una situación adversa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimados amigos:

En medio de la tormenta, agradezco en mucho esta reseña. Tanto por mi ego como por lo que me enseña. Y brindo por todos nosotros con un vaso de ron.

¡Salud y Fortuna!