Ángeles Prieto
El pasado año, los lectores españoles fuimos asombrosa y gratamente sorprendidos con el primer desembarco de unos de los indiscutibles padres del nuevo periodismo norteamericano: Gay Talese. Autor que, con una evidente clase, patente en su forma de vestir y dirigirse al público mezclando sencillez en el trato con elegancia innata, abogaba por el acercamiento íntimo a los indiscutibles personajes públicos de Retratos y encuentros, de manera perspicaz y cálida. Nada que ver con el periodismo sensacionalista hacia el star o political system al que ahora estamos desgraciadamente acostumbrados.
Además de esta enseñanza ética y magistral de un periodismo artesano y sabio, donde triunfaba la dignidad en el trato, conseguíamos también en ese libro indiscutibles lecciones literarias de cómo abordar y cómo retratar a un personaje. Magisterio que después aprovecharía en el libro que hoy presentamos: Honrarás a tu padre, un extenso y documentado estudio sobre la neoyorquina familia Bonanno, una de las más representativas de la historia mafiosa de los Estados Unidos, junto a los Luciano, Capone, Genovese, Gambino, Costello y Lucchese.
Un libro de larga gestación, iniciado en 1965 con motivo del espectacular secuestro y detención de Joseph y Bill Bonanno, respectivamente, y terminado en 1971, fecha de su publicación. Volumen indiscutiblemente motivado por la necesidad de una comunidad italoamericana, trabajadora y cumplidora de la ley, de poner coto a la machacona imagen gangsteril que los poderes públicos y los medios de comunicación, proporcionaban constantemente sobre ella en los años sesenta y setenta.
Iniciado con un secuestro cuya resolución acapara toda nuestra atención lectora, la historia se va desarrollando bajo el interesante prisma rector de las tres películas que componen la saga del Padrino, la historia de la familia Corleone: La lucha por la subsistencia de los emigrantes sicilianos, el ascenso social, económico y amoral de un padre rector, el choque generacional con aquellos hijos que reciben una educación superior, y como resultado, la pérdida de ese estatus, no sin un coste emocional devastador, en la disyuntiva de cumplir con el cuarto mandamiento y continuar con los turbios negocios familiares, o bien, apostar por la integración social. Por ello, aunque la editorial publicite el libro como inspirador de la más reciente, y exitosa serie de los Soprano, pronto se encontrará el lector con una historia real y centrada en las relaciones padre-hijo, mucho más cercana a la que se establece entre Vito y Michael Corleone.
Talese es muy exhaustivo en su trabajo, y por ello nos retransmite con todo detalle el proceso jurídico que provoca la decadencia final, amén de relatarnos los últimos grandes enfrentamientos entre las grandes familias mafiosas de Nueva York. Nos retrata con magisterio el barrio de Brooklyn y su posterior evolución, así como también viajará a Sicilia y allí procurará rastrear los orígenes de la Mafia, retrayéndose nada menos que a las Vísperas Sicilianas de 1282, cuando la población de Palermo masacró a los franceses, conquistadores de la isla, por la versión tradicional de que un soldado borracho había violado a una joven recién casada. Cuyo padre, al grito de “Ma fia, ma fia” (mia figlia, mi hija), daría paso así al origen de la palabra. En cualquier caso, esta terminará convirtiéndose en una institución arraigada y compleja en una isla constantemente invadida, cuyos habitantes no pudieron gozar de instituciones de gobierno propias hasta fechas muy recientes. Y de ahí, esta necesidad de contemporizar con los poderes públicos extranjeros, mediante el empleo de métodos no ortodoxos y de doble moral que veremos más tarde en los Estados Unidos a inicios del siglo XX.
Así, con una traducción bastante correcta, donde sin embargo se deslizan americanismos que chocan al lector europeo (riesgoso por arriesgado; abalaceado por disparado), llegaremos sin duda a disfrutar de la lupa singular de Gay Talese sobre este tema, deseoso de descubrir sus orígenes y a sí mismo, pero enfocando sin miedo y con inteligencia los claroscuros de su propia colectividad, en la lucha por la subsistencia y en la obligación final de integrarse en la siempre apasionante sociedad norteamericana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario