María Dolores García Pastor
Aviso a los lectores: no encontrarán ningún libro de Margaret Atwood publicado en inglés que se corresponda con el que nos ocupa. Y es que Un día es un día nace de una iniciativa de la editorial Lumen, no es una traducción que llega ahora al mercado hispano. Este es un libro “atípico” de la escritora canadiense, en el que la autora participa haciendo la selección de los relatos y escribiendo el prólogo de esta exclusiva edición en castellano. «La palabra escrita es el mecanismo más asombroso para viajar por el tiempo» dice Atwood en el prólogo, y el tiempo por el que nos hace viajar en estos doce relatos es el de la vida de gentes normales, mujeres en su mayoría. Se trata de historias domésticas, como ella misma las define, muy alejadas de la cara más salvaje de su escritura a la que, tal vez, estamos más acostumbrados. Recorridos vitales de mujeres corrientes: infancia, madurez y vejez, partes en las que se divide el libro un poco arbitrariamente, para dar cierta sensación de continuidad. Cada una de esas partes que se corresponden con las etapas de la vida está compuesta por cuatro relatos.
Hablar de Atwood, es hablar de una observadora minuciosa que se pasea por el paisaje humano, diseccionando con precisión, poniendo especial cuidado en el detalle. Es hablar también de una escritora que maneja una prosa limpia y fluida despojada de artificios. Su estilo recuerda por momentos al de su compatriota Alice Munro, maravillosa escritora a la que descubrí gracias a otra escritora, la argentina Clara Obligado. Tanto Alice como Margaret se iniciaron en el género del relato en los cincuenta y ambas abordan en sus escritos de manera reiterada el tema de la condición femenina. Aunque de entre las dos Atwood es la más combativa; el tema del género se halla muy presente en toda su obra. Aparece ya en su novela The Endible Women (1969), donde reflexiona sobre la marginación social de la mujer, y es uno de sus temas recurrentes de ahí que sea reconocida como autora feminista. Otros de sus grandes temas son la identidad canadiense, las relaciones de Canadá con Estados Unidos y Europa o los asuntos ambientales.
La mujer es también la gran protagonista de Un día es un día. «“Quedan muchos temas por resolver en lo que concierne al papel de la mujer en el mundo», afirmaba la autora en una entrevista reciente. Las historias que conforman el libro fueron escritas en los años setenta y ochenta pero están ambientados entre el periodo que va desde principios de los años cuarenta hasta los setenta. En ellos ya se nos muestra a mujeres acosadas y maltratadas, víctimas del engaño y la marginación, algo que deja constancia de la temprana conciencia de género de esta autora. Los dos relatos que sirve para abrir y cerrar el libro son autobiográficos y hablan de sus padres.
Atwood es una de las voces más importantes de la narrativa anglosajona de la segunda mitad del siglo XX. Su obra está formada por más de treinta volúmenes de poesía, varias colecciones de cuentos y más de una decena de novelas de diferentes géneros además de numerosos guiones televisivos. Entre sus muchos méritos literarios cabe destacar su nominación al Nobel de Literatura y el haber ganado el Príncipe de Asturias de las Letras en 2008. Es además una incansable luchadora por los derechos humanos y diferentes causas ambientales.
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