lunes, agosto 17, 2009

Binarios, Nacho Montoto

SIM libros, Sevilla, 2009. 160 pp. 10 € *

Guillermo Ruiz Villagordo

La realidad no es simple. Es un prisma de infinitas caras que muchas veces se enfrentan de manera ridícula, en ocasiones se complementan mediante vínculos sorprendentes y muy raramente se reconocen unas en las otras. Es decir, la realidad se define por lo fragmentario. Lo que equivale a decir que es indefinible. Lo que equivale a decir que nada es totalmente verdad. Lo que equivale a decir que nada es verdad. Ni siquiera los datos fríos y precisos. Para colmo, los tentáculos de internet son ágiles y sibilinos. Pertenecen a una bestia que dejó de estar domesticada hace tiempo. Su voracidad siempre será mayor que la de los ingenuos que entran mansamente en sus dominios. ¿Y cuáles son sus dominios? El mundo. Así, se desliza la existencia mansamente por las páginas de un blog mientras Irak es bombardeado una y otra vez. Lo que no es nuevo. Lo que no es contemporáneo. Los virus inundan las calles tanto como las memorias de los ordenadores. El terrorismo también es un virus. Por otra parte, el sexo existe, detrás de tanto velo, tanta mistificación, tanta transparencia. Sí, por encima de todo, el sexo existe más allá de lo que nos dejan ver. Y existen las personas, aunque a veces surja pertinaz la duda. Sí, existen, no estoy equivocado. Creo. El suicidio es una salida, eso es inexcusable. Otra salida es dotar de poesía a la vida, a las pequeñas acciones de cada día (las grandes démoslas por perdidas, porque no nos interesan y carecen de ella por naturaleza). Sí, quedan innumerables parcelas de contemplación creativa, tanto serena como furiosa, pero sobre todo quedan incontables maneras de darle forma. Porque no hay una misma ola en el mar, ni una única persona que la mira, ni un momento definido para acercarse a ella.
Todo esto, lo vuelca Nacho Montoto en Binarios, el mejor ejemplo que se me ocurre de lo que puede ser una novela poética del siglo XXI. Para conocer historias detalladas y personajes (quién ama a quién, dónde trabaja esa prostituta, por qué vive ese anciano en la calle, cómo se convirtió esa terraza de un bar en un lugar tan temido, de qué manera una beca Erasmus cambió esas vidas) sólo hay que acercarse a sus páginas. Seguro que se deja entender más claramente que yo en esta crítica. Si el lector pone algo de lo suyo y consigue escapar de los datos, por supuesto.

* De venta casi exclusiva, gastos de envío incluidos, en comadrejalibros@yahoo.es

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Laura Abella dijo...

Cómo dijo Oscar Wilde "la pura y simple verdad, nuca es pura y raramente es simple".