Editores Policarbonados, Madrid, 2010. 194 pp. 15 €
Miguel Baquero
Fuera de temario es el segundo libro de relatos de Manuel Espada (Salamanca, 1975) , escritor y guionista televisivo experto en microrrelatos (modalidad en la que ha obtenido varios y prestigiosos premios) y cultivador también del relato algo más largo, como los que en su día se reunieron en el volumen El desguace y los que ahora se reúnen en este libro de Editores Policarbonados. Fuera de temario es un conjunto de once cuentos que tienen como denominador común su imaginación pletórica y desbordante, varios metros por delante de la imaginación al uso hasta acabar ingresando en un universo distinto, muy cercano a lo alucinado, donde los personajes experimentan curiosas —y fascinantes— metamorfosis nunca antes imaginadas, o hacen variar la naturaleza que les rodea de una forma tan insólita que deja perplejo e impresionado al lector.
Proveniente de ese género en boga: el hiperbreve o microrrelato, donde cualquier palabra encierra un sentido y el final ha de ser cautivar a los lectores en el menor tiempo posible, en estos relatos de extensión más larga Manuel Espada parece haber querido aprovechar la ocasión para conducir sus cuentos hasta las últimas consecuencias, para estirar esa rara mezcla entre realidad y ficción que conforma la literatura hasta el punto de mayor tensión, hasta donde lo increíble llega a resultar cotidiano y lo cotidiano increíble. Mujeres que se transforman en butacas de cine, camareros de bar, a la vez aficionados a escribir, que intervienen sobre el destino de sus clientes, fabulosos pentagramas que brotan de las plantas… El lector de estos cuentos se encuentra, prácticamente desde la primera página, sumido en un universo de fenómenos extraños… pero comprensibles, un lugar donde, a puro golpe de buena y libre imaginación, parecen haberse roto casi todas las reglas que actúan (o actuaban) sobre este mundo.
No es, sin embargo, una fantasía gratuita, un despliegue de imaginación a modo de fuegos artificiales, sin mayor sustancia que la luz que puedan desprender durante unos instantes, sino que los relatos de Fuera de temario, y los prodigios que en ellos ocurren, nos transmiten (como en esa película que, no en vano, se utiliza como cita: Amanece que no es poco) una cercanía con los estados y los sentimientos del hombre: el amor, el miedo, la tristeza, la vejez, la falta de esperanza… Son esos sentimientos que siempre han comprendido el caudal humano los que se toman y se observan bajo esta nueva luz brillante de imaginación colorida, este fascinante caleidoscopio de formas nunca antes vistas.
Un dechado de imaginación.
Miguel Baquero
Fuera de temario es el segundo libro de relatos de Manuel Espada (Salamanca, 1975) , escritor y guionista televisivo experto en microrrelatos (modalidad en la que ha obtenido varios y prestigiosos premios) y cultivador también del relato algo más largo, como los que en su día se reunieron en el volumen El desguace y los que ahora se reúnen en este libro de Editores Policarbonados. Fuera de temario es un conjunto de once cuentos que tienen como denominador común su imaginación pletórica y desbordante, varios metros por delante de la imaginación al uso hasta acabar ingresando en un universo distinto, muy cercano a lo alucinado, donde los personajes experimentan curiosas —y fascinantes— metamorfosis nunca antes imaginadas, o hacen variar la naturaleza que les rodea de una forma tan insólita que deja perplejo e impresionado al lector.
Proveniente de ese género en boga: el hiperbreve o microrrelato, donde cualquier palabra encierra un sentido y el final ha de ser cautivar a los lectores en el menor tiempo posible, en estos relatos de extensión más larga Manuel Espada parece haber querido aprovechar la ocasión para conducir sus cuentos hasta las últimas consecuencias, para estirar esa rara mezcla entre realidad y ficción que conforma la literatura hasta el punto de mayor tensión, hasta donde lo increíble llega a resultar cotidiano y lo cotidiano increíble. Mujeres que se transforman en butacas de cine, camareros de bar, a la vez aficionados a escribir, que intervienen sobre el destino de sus clientes, fabulosos pentagramas que brotan de las plantas… El lector de estos cuentos se encuentra, prácticamente desde la primera página, sumido en un universo de fenómenos extraños… pero comprensibles, un lugar donde, a puro golpe de buena y libre imaginación, parecen haberse roto casi todas las reglas que actúan (o actuaban) sobre este mundo.
No es, sin embargo, una fantasía gratuita, un despliegue de imaginación a modo de fuegos artificiales, sin mayor sustancia que la luz que puedan desprender durante unos instantes, sino que los relatos de Fuera de temario, y los prodigios que en ellos ocurren, nos transmiten (como en esa película que, no en vano, se utiliza como cita: Amanece que no es poco) una cercanía con los estados y los sentimientos del hombre: el amor, el miedo, la tristeza, la vejez, la falta de esperanza… Son esos sentimientos que siempre han comprendido el caudal humano los que se toman y se observan bajo esta nueva luz brillante de imaginación colorida, este fascinante caleidoscopio de formas nunca antes vistas.
Un dechado de imaginación.