Salvador Gutiérrez Solís
Hay un buen número de libros que acaban en nuestra mesita de noche/biblioteca/similar por una especie de admiración / coleccionismo / seguridad: el nuevo de Roth, Auster, Coetzee, Vargas Llosa… Otros libros, en cambio, llegan a nuestras vidas por recomendación de un amigo/compañero/crítico favorito, y a menudo nos llevamos grandes chascos, sobre todo cuando creemos que las alabanzas han sido desmesuradas, no es para tanto. Los que formamos parte del gremio literario contamos con un gran ejército de libros regalados, aparecen silenciosos y empaquetados en nuestro buzón, a la espera de nuestra bendición o, por lo menos, de nuestra atención. Y luego están esos otros libros, anónimos, que descubrimos/encontramos en las estanterías de cualquier librería y sobre los que no poseemos información alguna. A menudo me preguntó: ¿qué han de tener estos libros para llegar hasta nosotros, para qué los terminemos comprando? ¿Una portada sugerente, un título provocativo, una contracubierta convincente, un poquito de todo, qué? Me temo que si alguien tuviera la respuesta a esta pregunta se convertiría inmediatamente en el gran fichaje de cualquier editorial de postín. Por mi experiencia personal, he de reconocer que no siempre he acertado, que con frecuencia no he obtenido ni la pedrea en esta particular lotería, pero que cuando mi premonición se ha cumplido, menos de las deseadas, he descubierto grandes libros y, sobre todo, autores que me acompañan a lo largo de los años.
Afortunadamente, apenas ha pasado una semana, he vuelto a acertar. En mi última exploración libresca descubrí Andanzas de Joe Speedboat contadas por el luchador de un solo brazo, de Tommy Wieringa, publicada en España por Ediciones Destino. Wieringa (Países Bajos, 1967), autor aún desconocido en nuestro país, pero con una intensa trayectoria en el propio, así como en buena parte los estados vecinos, se adentra en el sutil/cambiante/desconcertante mundo de la infancia, adolescencia y juventud a través de los inquietos ojos de Fransje, el luchador de un solo brazo. La llegada del delirante Joe a Lonmark, una pequeña población campesina, encadena un sinfín de acontecimientos, todos ellos con el vigor suficiente para lograr despertar a sus habitantes de su eterno letargo. Wieringa se esconde en lo cotidiano de lo local para hablarnos de la vida y sus cosas, de los grandes temas que a todos nos afectan/alteran/importan. Y lo hace mirándonos a los ojos, con humildad, con ironía, desplegando en innumerables ocasiones un humor terrible, que no deja de ser una de las grandes características de la adolescencia. Para ello, Wieringa nos ofrece un magistral catalogo de personajes, todos ellos con un inmenso pozo humano/novelesco, fundamentales a la hora de soportar/equilibrar la estructura narrativa sobre la que se fundamenta esta novela. Se desmarca Wieringa de obras que podrían entenderse similares, proyectando diferentes planos y estructuras sobre el lector, al que consigue involucrar desde el principio como un elemento activo. Es Andanzas de Joe Speedboat contadas por el luchador de un solo brazo una novela inteligente, sutil y pura, por transparente, por real; y Tommy Wieringa, por ende, un autor a descubrir. Una novela que merece escapar del silencio que en demasiadas ocasiones se adueña de los anaqueles de cualquier librería.
1 comentario:
Hola, ¿cómo puedo hacer para contactar por e-mail con uno de los responsables del blog?
Gracias por su atención.
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