Ariadna G. García
En 2008, la escritora finlandesa Sofi Oksanen (1977) publicó una novela soberbia, lírica y violenta a partes iguales, titulada Purga. La estructura narrativa de su libro se divide en tres niveles. El primero tiene lugar en 1992, y relata el tenso encuentro de una joven huida de una mafia rusa dedicada a la prostitución, con una enigmática anciana en su casa de Estonia. El segundo cuenta la dramática historia de la joven, y se remonta a 1991, cuando fue reclutada en Vladivostok y trasladada a Berlín para trabajar en una red clandestina de trata de blancas. El tercero narra el oscuro pasado de la viuda durante la Segunda Guerra Mundial y la inmediata posguerra; un tiempo de amores imposibles, traiciones políticas, venganzas y supervivencia. Con estas tres madejas, que se unen en un final espléndido, Oksanen teje un libro vigoroso. La traducción del libro al castellano la publicó Salamandra en 2011. Esta misma editorial edita ahora La verdad, a cargo de otra autora finlandesa: Riika Pulkkinen (1980). Dicha novela apareció en su país natal en 2010, y sus deudas (formales) con Purga son evidentes.
La verdad simultanea también dos historias desgarradas. La primera transcurre en el presente y tiene por protagonista a los siete miembros de una familia de la clase alta. La fase terminal en que entra el cáncer de Elsa, la abuela (famosa psicóloga), despierta en todos un sentimiento adelantado de pérdida, la añoranza de la seguridad de la niñez y la incredulidad por el paso del tiempo. Las escenas costumbristas del libro (picnic, sauna, paseos…) nos describen a una familia que se ama, pero que se muestra incapaz de exteriorizarlo. El dolor que produce el crecimiento de los hijos (su progresiva independencia), y la propia transformación del cuerpo (“De repente uno se despierta y repara en que es viejo” p.48), los convierte en extraños. A lo largo de la obra, tratarán de luchar contra sus miedos y limitaciones para acompañarse en los días finales de la abuela.
La segunda historia se localiza en los años 60, con el telón de fondo de la Guerra de Vietnam y el movimiento hippy. Su protagonista es un joven y popular pintor abstracto: Martti (el abuelo). Se trata de la historia de un amor prohibido, sin futuro posible; de un hombre casado y su pasión por la asistenta de la casa; de un padre de familia y su deseo incombustible, culpable, hacia la universitaria en quien encuentra la razón de su vida.
El puente entre ambas tramas es el encuentro fortuito, en el armario de Elsa, de un vestido de Eeva, la antigua amante de su esposo, cuya memoria recupera Ana (la nieta mayor), abriendo así la caja de Pandora.
¿Es posible olvidar al amor de tu vida? ¿Se puede perdonar una traición de años? ¿Alguien tiene la culpa de que su pareja se vuelva a enamorar? ¿Qué es preferible, vivir atormentado por los remordimientos o por la cobardía? ¿Se puede ser feliz en cualquier caso?
La verdad, con su hermoso lirismo, nos enfrenta a un mundo donde nada es lo que parece, a un mundo en permanente tránsito, donde la realidad no está garantizada. O quizás sea ese crisol de sentimientos, mentiras y contradicciones, lo único real.
3 comentarios:
Lo tengo por aquí, pendiente de lectura. Muy interesante la comparación con "Purga"; veo que también tendré que buscarlo.
Un saludo.
Lo acabo de terminar,precioso libro,humano y real,sin dramas exteriores en sociedades desarrolladas,lo que permite que la trama sea mas humana y menos contingente
Muy bueno,lei los 2 libros,muy distintos ,pero ambos muy buenos,muy humano
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