martes, julio 01, 2008

Kafka va al cine, Hanns Zischler

Traducción de Jorge Seca Barcelona. Minúscula, Barcelona, 2008. 206 pp. 17,50 €.

Carmen Fernández Etreros

El otro día al leer el programa de un ciclo que se está proyectando en el Círculo de Bellas Artes de Madrid sobre Kafka en el cine, en el que se visionan numerosas películas basadas en la narrativa de Franz Kafka como El proceso de Orson Welles (1962), The Double Trial de Zdenek Kopác (1962) o Kafka y el laberinto kafkiano de Luis Calvo Teixeira, (1983), se me ocurrió la disparatada idea de cuál hubiera sido la reacción del escritor checo si hubiese tenido la posibilidad de contemplar la adaptación de sus novelas al séptimo arte. Mi pregunta se debe sobretodo a que el escritor checo fue uno de los primeros espectadores de este revolucionario invento y le sorprendió y generó en el escritor novedad y desconfianza.
Franz Kafka evidentemente no pudo visionar estas películas pero su sorpresa sentado en una butaca de la sala de cine, sería todo un documento si nos fijamos en la expresión que el escritor checo soltó cuando se quedó estupefacto al contemplar por primera vez las imágenes del nuevo invento: “Los espectadores se quedan petrificados cuando pasa el tren”.
Esta frase enigmática con la que comenzó Franz Kafka uno de sus diarios en 1909 es el punto de partida de Kafka va al cine, un curioso libro que Ediciones Minúscula acaba de publicar y que llamará seguro la atención tanto de los numerosos seguidores de Franz Kafka como de los cinéfilos. Kafka va al cine (traducido de la edición original alemana, Kafka geht im Kino, por Jorge Seca) ofrece una original visión sobre la influencia del séptimo arte en la vida y la obra del escritor checo.
El libro nace de un profundo trabajo de investigación de Hanns Zischler, que ha removido y rescatado, cual intrépido explorador, diecisiete archivos públicos y privados, bibliotecas, museos y filmotecas hasta sacar a flote datos interesantísimos sobre la personalidad de Kafka y su afición al cine, numerosas imágenes, la mayoría de ellas inéditas, que ilustran las páginas del libro. Su autor Hanns Zischler es un crítico de cine, director teatral, autor de diversos artículos y libros de ensayo, traductor y, sobre todo, un actor conocido por sus interpretaciones en películas como Im Lauf der Zeit, de Wim Wenders; Dr. M, de Claude Chabrol; Europa Europa, de Agnieszka Holland; Munich, de Steven Spielberg y Sunshine, de István Szabó.
El en esta ocasión escritor, sigue el rastro de Kafka en sus numerosos paseos por Praga y sus visitas al mítico Orient y otras salas de cine de la mano de su amigo Max Brod y sus viajes a Múnich, Berlín, Milán y París. Además nos describe los sentimientos encontrados que generaron en el escritor checo las imágenes de las películas que contempló en las salas de aquellas ciudades. Pantallas que le descubren un universo de imágenes muy diferente a su atormentada y rutinaria vida cotidiana.
Su relación con el cine, como para muchos escritores, se convierte en un aliciente que le invita a reflexionar y a escribir. Sus anotaciones descriptivas tras ver las películas, sus sentimientos contradictorios amor-odio ante el nuevo arte, la nueva visión que se pone a disposición de los lectores de este libro son documentos inéditos. Nos descubre el papel que el cine tuvo en la escritura de obras como El desparecido o La condena y en momentos álgidos de su vida privada como sus relaciones tormentosas con Felice.
Perlas como éstas se pueden encontrar entre las páginas de Kafka va al cine. No pretendo contar los entresijos de este libro tan completo, que destaca por su calidad y su cuidada edición, pero sí quiero resaltar que me ha descubierto a un Kafka diferente del que imaginaba encerrado en una pequeña habitación, conversador con sus amigos Max Brod o Gustav Janouch y sus acompañantes en sus numerosos viajes. Un escritor interesado en el mundo que le rodea y al que el cine le aisla de esa angustia, de ese extremo agotamiento físico al que le conduce la escritura: «Sin peso, sin huesos, sin cuerpo he caminado durante dos horas por las calles pensando en lo que he soportado esta tarde escribiendo». (pág. 99)
En suma, un libro cuidado, documento único y recomendable a los seguidores del escritor checo y a los aficionados al séptimo arte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos dias los felicito por el blog, muy interesante.
Tambien queria comentarles que este tres de julio se han cumplido 125 años del nacimineto de kafka, si gustan puden ver la nota aqui: http://lavomitona.blogspot.com/

Saludos mARTIN!