Cangrejo Pistolero, Sevilla, 2007. 144 pp. 12 € (edición principal), 30 € (edición especial) y 120 € (edición de artista).
Cangrejo Pistolero Ediciones, proyecto capitaneado por Nuria Mezquita y Antonio García Villarán, es una de esas editoriales poco comunes en el panorama actual. De Arrojada, primer poemario de Carmen Camacho (Alcaudete, Jaén, 1976), ha publicado tres ediciones distintas y a la vez: una especial, otra artística, y finalmente la principal (que es la que se encuentra en la librerías), que no tiene nada de normal. Y digo esto porque la edición, cuidada hasta el más mínimo detalle, a dos tintas y con ilustraciones de la pintora Blanca Orozco, en cualquier otra editorial sería considerada como “edición especial”.
Pero Arrojada no solo vence y convence como objeto de coleccionismo para bibliófilos y bibliómanos: sorprende desde el primer poema la naturalidad y la voz poética tan lograda de Carmen Camacho. Sus versos saben a verdad —con independencia de que haya o no fingimiento—, hablan de tú a tú, y en ningún momento su discurso suena a forzado o a pose.
Dos recursos muy llamativos del libro, por su eficacia, son el uso de los juegos de palabras —sin artificio ni pirotecnia gratuita—, y sobre todo el humor y la ironía, devastadores casi siempre, que están presentes en este libro a través de la deformación sistemática de referencias culturales o de fórmulas hechas, la autoparodia y la hipérbole. Y aunque con estos recursos Carmen Camacho nos arranca la sonrisa en no pocas ocasiones y la protagonista poética se muestra segura de sí misma, sus poemas dejan ver en ocasiones a una “Eva_Underground” —es el título de uno de los textos— que quiere «olvidarse/ de lo vida que es la vida». La autora sale triunfante y sin un rasguño después hacer equilibrio sobre la complicada cuerda floja que une el humor y el dolor.
No es fácil mantener la misma tensión poética a lo largo de más de cien páginas, y sin embargo la autora no solo lo consigue, sino que los textos de Arrojada asombran por la variedad de temas, tono, perspectiva e incluso de forma. Por decirlo de otra manera: el libro tiene la impagable virtud de ni repetirse ni aburrir. En él encontramos poemas en verso y en prosa, micronarraciones cargadas de poesía, sentencias, aforismos, y hasta un género híbrido, las Definiacciones, como: «El amor es siempre sinónimo./ De otra cosa,/ pero/ siempre/ sinónimo».
No se lo piense dos veces: arrójese a la librería a por Arrojada.
Pero Arrojada no solo vence y convence como objeto de coleccionismo para bibliófilos y bibliómanos: sorprende desde el primer poema la naturalidad y la voz poética tan lograda de Carmen Camacho. Sus versos saben a verdad —con independencia de que haya o no fingimiento—, hablan de tú a tú, y en ningún momento su discurso suena a forzado o a pose.
Dos recursos muy llamativos del libro, por su eficacia, son el uso de los juegos de palabras —sin artificio ni pirotecnia gratuita—, y sobre todo el humor y la ironía, devastadores casi siempre, que están presentes en este libro a través de la deformación sistemática de referencias culturales o de fórmulas hechas, la autoparodia y la hipérbole. Y aunque con estos recursos Carmen Camacho nos arranca la sonrisa en no pocas ocasiones y la protagonista poética se muestra segura de sí misma, sus poemas dejan ver en ocasiones a una “Eva_Underground” —es el título de uno de los textos— que quiere «olvidarse/ de lo vida que es la vida». La autora sale triunfante y sin un rasguño después hacer equilibrio sobre la complicada cuerda floja que une el humor y el dolor.
No es fácil mantener la misma tensión poética a lo largo de más de cien páginas, y sin embargo la autora no solo lo consigue, sino que los textos de Arrojada asombran por la variedad de temas, tono, perspectiva e incluso de forma. Por decirlo de otra manera: el libro tiene la impagable virtud de ni repetirse ni aburrir. En él encontramos poemas en verso y en prosa, micronarraciones cargadas de poesía, sentencias, aforismos, y hasta un género híbrido, las Definiacciones, como: «El amor es siempre sinónimo./ De otra cosa,/ pero/ siempre/ sinónimo».
No se lo piense dos veces: arrójese a la librería a por Arrojada.
9 comentarios:
Lo compré en una librería sevillana, animado por la edición, y el contenido me defraudó, muy facilón, parecen más borradores que poemas, una pena.
A mí también me defraudó.Aunque es un libro muy bonito por fuera.
Eso de "un buen libro cada día" ¿es broma?
A mí me dejó muy buen sabor de boca.
Coincido al pleno con la opinión del autor de la reseña.
No sólo me gustó el libro, también me ha influido mucho y me ha dado ganas de seguir escribiendo. Yo también me siento Arrojada.
Pues a mí me ha parecido penosísimo: prosa a rayas sin ambición, facilona, de temas escolares y la menor preocupación estilística. Un horror, vamos. Lástima que un autor bueno
como Vaya se rebaje a adular a esta ¿poeta?.
Hay espacios donde no quiero ni pisar: comisarias, cajas fuertes, lugares chungos, el territorio de los comentarios... COMENTARIOS. Malgasto mi vida en el territorio de los comentarios, alcantarillas, basureros, pasguatorios, leloslands, tontilndias y villaegos. Comentaristas maduradlo.
Por lo demás, la obra de Carmen Camacho me parece fabulosa, sus libros, sus recitales, sus prosas. Hay muy pocos poetas de su claridad y de su libertad.
Coincido en que la poesía de Carmen Camacho es fácil, incluso que para algunos pueda parecer más borradores que poemas. Pero es innegable que la claridad y la libertad temática de la autora es algo que llevamos buscando algunos con mucho ahínco durante muchos siglos de grandes poetas y grandes palabras, algunas de ellas vanas. La poesía de Carmen Camacho es una poesía del aquí y el ahora, de la cotidianeidad... y eso es de agradecer... miles de felicitaciones a la autora... y espero que muy pronto vuelva a sorprendernos con su voz tan cercana…
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