Ángeles Prieto
Bajo las estructuras urbanísticas de las grandes ciudades, siempre en constante estado de transformación, se esconde una pluralidad de historias individuales que conforman nuestra historia social. Y sobre estas bases, Eric Hazan nos presenta París en Tensión, un ensayo muy inteligente compuesto por once artículos de longitud variada, cuyo resultado será una propuesta innovadora y válida para explicar los motines de la juventud periférica que obligaron al Gobierno galo a decretar nada menos que el estado de emergencia, algo que no había ocurrido desde muchas décadas antes, desde la guerra de Argelia.
Esas circunstancias especiales, que convulsionaron la imagen idílica, romántica de orden, control, limpieza y papel couché, esa que los turistas guardamos de París, motivaron un resurgimiento del pensamiento crítico en la intelectualidad francesa más brillante, la que proviene de la Ecole Normale y que ha marcado profundamente la historia del pensamiento europeo del siglo XX. Y en ese estilo, pero con una voz interesante y original, de acuerdo a sus propios orígenes, Eric Hazan nos trazará su tesis sobre las razones de tales revueltas, basándose en distintos episodios históricos de la ciudad que tuvieron gran relevancia: la defensa de París en 1814, las jornadas revolucionarias de 1848, la Comuna de París de 1871 o la ocupación nazi, faltando en su análisis un escenario clave: mayo de 1968, cuya sombra pulula sobre todos ellos.
La propuesta de Eric Hazan, cirujano galo de madre palestina y padre judío, hijo por tanto de la inmigración, consiste en trazar un retrato dinámico, lúcido y consistente de la ciudad en base a una lucha político-social constante, y aún no resuelta, entre el Centro de París y sus barrios periféricos, los banlieues. Porque éstos, compuesta ahora su población de numerosos inmigrantes magrebíes, africanos, chinos, turcos, ceilandeses o pakistaníes han estado siempre ahí, contenidos por una política gubernamental que impide el acceso de éstos al Gran Centro de París, sede del poder político, gubernativo, económico y social.
Pues desde los tiempos bonapartistas hasta ahora, pasando por aquella capital gala que conocieron Charles Baudelaire, Marcel Proust o Emile Zola, el esplendor de la ciudad celebrado en momentos álgidos de la última película de Woody Allen (la Belle Epoque, el París de Entreguerras), es como un espléndido queso adecentado que contiene y aleja a los elementos no burgueses, antes con puertas o murallas, ahora con grandes espacios vacíos que impiden la unión física del París más fastuoso con el que se encuentra más allá de la periferia.
Y para ello Hazan propone soluciones arriesgadas y solidarias, para esa evidente tensión social, como alejar a los arquitectos estrellas, alimentados por subsidios gubernamentales, decoradores al servicio del Estado de grandes edificios inútiles con fachadas de cristal o decoración de parques, y volver a construir viviendas y calles, en un artículo final brillante y humanista, que no debemos dejar de leer.
Para quien ame París, un libro necesario.
2 comentarios:
Muy agradecido por este post. Muy interesante.
Bueno la verdad es que el ensayo París en Tensión, se ve bastante bueno sobre todo porque se ve que te hace reflexionar... bueno no le he visto pero me da esa impresion...
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