viernes, mayo 19, 2006

Solo con invitación: César Mallorquí

Hoy, a las palabras de la especialista en LIJ Carmen Fernández Etreros sobre la última entrega de César Mallorquí sumamos una breve entrevista en exclusiva con el autor.

La piedra inca
Editorial Edebé, Barcelona 2005. 400 págs. 18€

Carmen Fernández Etreros

Dentro del apogeo experimentado en los últimos años por la literatura juvenil destaca la corriente dedicada a la novela de aventuras, género en el que podemos encuadrar la última novela de César Mallorquí, La piedra inca. En un panorama editorial juvenil dominado por la profusión de novedades del género fantástico, Edebé apuesta de nuevo por la aventura en esta segunda parte de las correrías de Jaime Mercader. Las dos novelas de la colección no se pueden encorsetar dentro de la literatura juvenil, ya que el lector adulto aficionado a la novela de aventuras disfrutará al máximo con su lectura debido a su alta calidad literaria. Ya en la primera parte de esta colección de Las asombrosas memorias de Jaime Mercader, La cruz de El Dorado (Premio Edebé 1999) y gran éxito de ventas con más de diez ediciones, pudimos gozar de una gran calidad estética y una cuidada estructura apreciada por el público juvenil y adulto.
César Mallorquí —periodista, creativo de publicidad— ha nacido bajo la estrella de la literatura. Aunque sus primeras obras se encuadran dentro de la literatura de ficción para adultos, el autor se siente cómodo en la literatura juvenil de aventuras con la que ya ha ganado varios premios. La piedra inca destaca por su cuidada prosa y por la habilidad del autor para desarrollar una trama ágil que combina los datos históricos con el misterio, la ironía y el humor. En sus páginas encontramos ecos de la novela picaresca española, como El Buscón, de Quevedo y de clásicos como La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson, El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad o las novelas de Salgari, así como de leyendas sobre los templarios y el Santo Grial.
El protagonista de esta colección es Jaime Mercader, apodado Little Jim, un pícaro, el mejor tahúr del Caribe y un precoz mujeriego nacido en Aranjuez, que en este segundo viaje emigrará a América a principios del siglo XX para buscar a su padre, un estafador de poca monta metido en esta ocasión a contrabandista de antigüedades y joyas. El autor le dibuja como el nuevo antihéroe de la novela juvenil, un joven cobarde que odia las peleas, los viajes y no sabe manejar un arma. Su habilidad como jugador de cartas y su tremenda suerte le ayudarán a sortear todas las circunstancias que pondrán en peligro su vida durante el largo viaje al interior de la selva donde les acechan peligrosas tribus de jíbaros. El narrador domina perfectamente la construcción de unos curiosos personajes entre los que destacan la inteligente criada negra Yocasta, el valiente e intrigante Kepler y el estirado aristócrata alemán Reich que acompañarán a Mercader a la Región de las Sombras en busca de su padre. El gran acierto de la novela es la capacidad del irónico narrador y protagonista para mantener el misterio y la atención del lector durante toda la novela.
César Mallorquí promete la tercera parte de las aventuras de Jaime Mercader a cuya aparición estaremos muy atentos ya que resucitará al personaje de El Coyote en California, la criatura literaria creada por su padre, José Mallorquí.


César Mallorquí: «Me niego a olvidar»

—¿Qué hay de César Mallorquí en Jaime Mercader?
—En Jaime Mercader está mi (pequeño) lado sinvergüenza, mi faceta más escéptica, irónica y anárquica. Ambos compartimos el sentido del humor, por supuesto, y cierto distanciamiento en relación con el mundo y con nosotros mismos. Sus novelas están narradas por un Jaime ya anciano que recuerda su juventud con ironía y honestidad; ha vivido tanto, ha pasado por tantas experiencias, que puede permitirse el lujo de ser sincero y mostrarse tal cual es. Pero, en realidad, más que autobiográfico, se trata de un personaje aspiracional; yo de joven era muy tímido y, como todo tímido, me hubiera encantado ser un caradura. Bueno, pues eso es precisamente Jaime: un simpático caradura .
—¿Qué hay entre tú y los jóvenes?
—Verás, la mayor parte de los adultos, cuando llegan a cierta edad, olvidan su primera juventud. O la falsean, da igual. En el mejor de los casos, lo consideran un periodo transitorio, indefinido, tortuoso e intrascendente. Yo, por el contrario, me niego a olvidar, porque esa fase de nuestras vidas está llena de magia; la magia de descubrir el mundo, de experimentar las cosas por primera vez, de creer en los sueños. El día que pierda del todo esa ingenuidad, esa magia, estaré muerto. Así pues, ¿qué hay entre yo y los jóvenes? Complicidad, supongo. Y comprensión.
—¿La literatura para jóvenes es la literatura populardel momento?
—Depende de lo que entiendas por "literatura popular". En realidad, yo no creo que la literatura para jóvenes sea algo especifico, un género con entidad propia. Creo, más bien, que se trata de la literatura de género de siempre. ¿De qué van las llamadas "novelas juveniles"? En su mayor parte, son relatos de misterio, de aventuras, policíacos, humorísticos, fantásticos, de ciencia ficción, románticos... en fin, puro género. Consideremos mi novela de aventuras La piedra inca: el protagonista es un jugador profesional, un tramposo, un mentiroso y un estafador que no duda ni un segundo en colaborar alegremente con su padre en un negocio de contrabando. Hay adulterios, duelos, asesinatos, chantajes y constantes engaños. ¿Es eso "literatura juvenil"?... Bueno, ¿por qué no?
—¿Por qué te planteas recuperar en una próxima entregael personaje de El Coyote?
—Yo tenía 19 años cuando mi padre murió, así que él nunca pudo leer mis novelas. Leyó algún cuento corto, alguno de mis artículos para La Codorniz, poca cosa. Y le hubiera encantado leerme, saber que al final, después de dar muchas vueltas, he acabado siguiendo sus pasos. El caso es que un día caí en la cuenta de que a comienzos del siglo XX —época en la que se desarrollan las historias de Jaime Mercader—, César de Echagüe (la auténtica personalidad de El Coyote) podría seguir vivo, aunque sería un anciano de alrededor de ochenta años. Por otro lado, Jaime vive en Colombia y César en California, así qué me pareció una idea bonita hacer que el personaje de José Mallorquí y mi personaje se encuentren. Ya que mi padre nunca llegó a conocer mis novelas, que al menos César de Echagüe conozca una de ellas.

5 comentarios:

Miguel Sanfeliu dijo...

Muy interesante. Un encuentro entre personajes para paliar la ausencia, la complicidad que no se llegó a materializar. Emotivo. La literatura como corrección de la realidad.
César Mallorquí es un escritor que merecería mayor resonancia en los medios de la que tiene.
Seguirle en su blog es un placer.

Anónimo dijo...

Precisamente me estaba leyendo la Cuz del Dorado. La estoy disfrutando una barbaridad. Ya dije alguna vez que soy aficionado a la lit juvenil (o lo que entendamos por ese calificativo), pero es que muchas veces en ese genero hay más frescura que en numerosas novelas de adultos que parecen almidonadas.
Espero con ansia a ese Coyote resucitado.

Anónimo dijo...

e leido todos los libros de cesar!!
me encantan!!!
el mes pasado lei la piedra inca
y me quede mucho mas fascinado de lo que estaba!!
para mi este autor es una maquina

Anónimo dijo...

soy el mismo anonimo:
y m gustaria que cesar sacara muchos mas libros porque me encanta

Anónimo dijo...

yo me he leido todos los libros de cesar mallorquí y por supuesto me encantan pero me pregunto si él piensa hacer una tercera parte de las aventuras de Jaime mercader,Rasul y su padre.por que esque yo ya me he leido el libro mas de 100 veces jejeje bueno quien me pueda contestar plis