martes, mayo 27, 2008

La puerta oscura. El viajero, David Lozano Garbala

SM, Madrid, 2008. 653 pp. 19,95 €

Carmen Fernández Etreros

La puerta oscura es la última novedad editorial en el panorama de la literatura juvenil. Si Stephanie Meyer comenzó con Eclipse este viaje al mundo del averno y del más allá, David Lozano prosigue en nuestro país esta siniestra tendencia con El viajero, el primer título de la trilogía La puerta oscura. Su protagonista, Pascal, comienza un viaje iniciático al mundo de los muertos debido a una casualidad. En su trayecto este chico de dieciséis años y bastante tímido tendrá que enfrentarse no solo a peligros desconocidos, sino a sus propios miedos, sentimientos e inseguridades.
El autor zaragozano David Lozano logra mantener al lector con una tensión y un interés inimaginables, gracias a esa destreza narrativa heredada de la técnica cinematográfica que ya había ensayado con éxito en Donde surgen las sombras, Premio Gran Angular 2006. La acción, la aventura y los peligros persiguen inevitablemente a Pascal. La habilidad del autor hace subir en los momentos clave la tensión hasta los máximos límites que puede soportar el corazón del lector.
La gran aventura de Pascal nace de una casualidad: La noche de Halloween un grupo de estudiantes organiza una fiesta siniestra a la que deben acudir disfrazados y dos amigos, Pascal y Dominique, asisten a la fiesta para complacer a una amiga, Michelle por la que ambos sienten algo “especial”. Pascal, sin querer, cruzará en el desván de la casa donde se celebra la fiesta la puerta que comunica nuestro mundo con el de los muertos y se convertirá en El Viajero. A esta casualidad se suma otra de consecuencias imprevisibles: un espíritu maligno a su vez atraviesa la puerta oscura lo que le permitirá campar a sus anchas por París, sembrando en la ciudad muerte y terror. A lo largo de este viaje Pascal se debate entre los dos mundos, el real en el que asiste a clase y vive con sus padres y compañeros, y el de la muerte que puede visitar gracias a su condición de Viajero. El protagonista se verá arrastrado por paisajes oscuros, momentos históricos irrepetibles y sentirá la amenaza de criaturas inconcebibles como los espectros, los carroñeros, las sirenas o los espíritus errantes.
David Lozano logra combinar con destreza la intriga policíaca del mundo de los vivos en el que una intrépida policía, Marguerite, y un forense, Marcel Laville, intentan investigar los sorprendentes asesinatos que asolan París desde la noche de Halloween, con la epopeya del protagonista Pascal para rescatar a su amada Michelle al mundo de la muerte. Crea además un grupo extraño de personajes que se ayudan ante lo desconocido y son el apoyo de este héroe inseguro: Dominique un paralítico que solo piensa en chicas, Michelle una bella joven gótica, Daphne una vieja vidente entrometida, Jules un joven gótico y miedoso... El primer amor adolescente, la amistad juvenil, el compañerismo a ciegas, el suspense ante lo desconocido o la creencia en el más allá son elementos claves de la intriga.
Una de las grandes bazas de la obra es su descripción de los cementerios de París como Pére Lachaise o Montmartre con los extraños personajes que pululan entre sus tumbas y los espíritus errantes que vagan por la Tierra de la Espera. Ambos se convierten en los espacios y los momentos de comunicación entre los dos mundos. David Lozano logra crear un universo único de espacios y personajes.
En suma brillante, emocionante y prometedor en el panorama de la literatura juvenil. Y lo mejor el sorprendente final que abre la puerta al suspense del siguiente libro de la trilogía. Acción y suspense garantizados para los lectores.

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