Páginas de Espuma, Madrid, 2006. 589 pp. 29 €
Doménico Chiappe
Uslar Pietri maneja la técnica con maestría y lega estos buenos cuentos, recogidos en este ejemplar que reúne 71 relatos repartidos originalmente en cinco libros. Entre sus páginas hay relatos preciosos, algunos de los «más hermosos cuentos que se pueda leer en la vida», como dijo otro escritor venezolano, Juan Carlos Méndez Guédez, del titulado Simeón Calamaris.
Cuentos históricos, de la gesta colonial e independentista, de la ruralidad y la vida en ciudades que vivían el nuevorriquismo y el cosmopolitismo recién descubierto y mal repartido. Uslar es capaz de adoptar como personajes tanto al buscador de entierros José Gabino como a Lope de Aguirre, de quien luego Werner Herzog haría una película.
Uslar despliega su ejemplar manejo de la tensión, del erotismo, del uso de diálogos, del diseño de la estructura, del ritmo y, sobre todo, del trasfondo humano.
La literatura es lo que importa en esta colección de cuentos. La universalidad lograda en muchos de sus cuentos, a través del retrato del paraje y gentes de Venezuela, cautivará al lector en cualquier otra parte del mundo.
Del legado de Uslar importan menos las vías expresivas que abrieron sus ejercicios narrativos en Latinoamérica. Experimentador de la forma literaria, vivió su juventud en París y su madurez en Nueva York e hizo amistad con Miguel Ángel Asturias y Alejo Carpentier, con quienes entabló amistoso duelo de alquimias literarias. Arqueólogos del realismo mágico han encontrado en algunos de sus cuentos trazas de aquel movimiento. Pero la prosa de Uslar no necesita echar mano de lo posterior para publicitarse.
Tampoco interesa, en realidad, su visión política, traslúcida entrelíneas, ni la particular e infructuosa epopeya del autor, que intentó alcanzar la cima del poder republicano. El latinoamericano es animal político y Uslar Pietri tuvo durante toda su trayectoria ambición presidencial. El tiempo, afortunadamente, exime a sus letras de tal destino. El discurso solapado de su ideología existe en mayor medida en sus siete novelas, más que en sus cuentos. Todo esto importa poco porque la literatura triunfa sobre este escollo enervado por la teoría de los polisistemas. La gran mayoría de sus cuentos sobreviven al ser aislados del movimiento social y político que los engendró y de la ambición personal de Uslar.
La editorial Páginas de Espuma ha habituado a sus lectores a que, cada cierto tiempo, gocen de un mastodónico esfuerzo sobrehumano y sobreeditorial. Y entrega en librerías enormes libros de cuentistas como Fernando Quiñones o Medardo Fraile. En esta entrega de cuentos completos de Arturo Uslar Pietri, la edición corre a cargo del escritor y académico Gustavo Guerrero, quien, con la excusa del centenario del nacimiento de Uslar, realiza un arduo y complejo trabajo: Uslar estaba convencido que rescribir o corregir sus textos era una especie de traición a la historia. Así que Guerrero, para ser fiel al espíritu del autor, más que del cuento, buscó las ediciones originales, a las que cuidadosamente enmendó las erratas. El resultado se aprecia en la lectura de estos cuentos universales.
Doménico Chiappe
Uslar Pietri maneja la técnica con maestría y lega estos buenos cuentos, recogidos en este ejemplar que reúne 71 relatos repartidos originalmente en cinco libros. Entre sus páginas hay relatos preciosos, algunos de los «más hermosos cuentos que se pueda leer en la vida», como dijo otro escritor venezolano, Juan Carlos Méndez Guédez, del titulado Simeón Calamaris.
Cuentos históricos, de la gesta colonial e independentista, de la ruralidad y la vida en ciudades que vivían el nuevorriquismo y el cosmopolitismo recién descubierto y mal repartido. Uslar es capaz de adoptar como personajes tanto al buscador de entierros José Gabino como a Lope de Aguirre, de quien luego Werner Herzog haría una película.
Uslar despliega su ejemplar manejo de la tensión, del erotismo, del uso de diálogos, del diseño de la estructura, del ritmo y, sobre todo, del trasfondo humano.
La literatura es lo que importa en esta colección de cuentos. La universalidad lograda en muchos de sus cuentos, a través del retrato del paraje y gentes de Venezuela, cautivará al lector en cualquier otra parte del mundo.
Del legado de Uslar importan menos las vías expresivas que abrieron sus ejercicios narrativos en Latinoamérica. Experimentador de la forma literaria, vivió su juventud en París y su madurez en Nueva York e hizo amistad con Miguel Ángel Asturias y Alejo Carpentier, con quienes entabló amistoso duelo de alquimias literarias. Arqueólogos del realismo mágico han encontrado en algunos de sus cuentos trazas de aquel movimiento. Pero la prosa de Uslar no necesita echar mano de lo posterior para publicitarse.
Tampoco interesa, en realidad, su visión política, traslúcida entrelíneas, ni la particular e infructuosa epopeya del autor, que intentó alcanzar la cima del poder republicano. El latinoamericano es animal político y Uslar Pietri tuvo durante toda su trayectoria ambición presidencial. El tiempo, afortunadamente, exime a sus letras de tal destino. El discurso solapado de su ideología existe en mayor medida en sus siete novelas, más que en sus cuentos. Todo esto importa poco porque la literatura triunfa sobre este escollo enervado por la teoría de los polisistemas. La gran mayoría de sus cuentos sobreviven al ser aislados del movimiento social y político que los engendró y de la ambición personal de Uslar.
La editorial Páginas de Espuma ha habituado a sus lectores a que, cada cierto tiempo, gocen de un mastodónico esfuerzo sobrehumano y sobreeditorial. Y entrega en librerías enormes libros de cuentistas como Fernando Quiñones o Medardo Fraile. En esta entrega de cuentos completos de Arturo Uslar Pietri, la edición corre a cargo del escritor y académico Gustavo Guerrero, quien, con la excusa del centenario del nacimiento de Uslar, realiza un arduo y complejo trabajo: Uslar estaba convencido que rescribir o corregir sus textos era una especie de traición a la historia. Así que Guerrero, para ser fiel al espíritu del autor, más que del cuento, buscó las ediciones originales, a las que cuidadosamente enmendó las erratas. El resultado se aprecia en la lectura de estos cuentos universales.
2 comentarios:
Uslar Pietri, pese a una curiosa biografía es un excelente autor, cuidadoso con sus textos y que merece la pena releer. Bien por Páginas de Espuma y estos Cuentos Completos.
sí, seguro que sí, Pedro, vale la pena leerlo. Como bien dice el autor de la reseña no importa su curiosa biografía, que incluye odios y amores. Leí en un libro reciente que uno de los banqueros más mafiosos de Venezuela, aliado del enemigo político de Uslar, Carlos Andrés Pérez, de apellido Tinoco, dijo que Uslar estaba enamorado de él. Creo que ha sido una de las últimas afrentas, sobre todo porque no podía defenderse.
En fin, que los cuentos son de gran factura y poco importan los dimes y dirés locales, tropicales, animales
Publicar un comentario