lunes, julio 10, 2006

Armas, gérmenes y acero, Jared Diamond

Plaza & Janés, Barcelona, 2006. 624 pp. 22 €

Julián Díez

Soy una persona que disfruta enormemente leyendo libros escritos por gente mucho más lista que yo y que tiene la amabilidad de compartir sus conocimientos conmigo. Esa sensación la he vivido intensamente con los dos libros que he leído de Jared Diamond, Colapso, del que ya di cuenta en estos bytes, y ahora Armas, gérmenes y acero, que es propiamente un libro anterior —está fechado en 1998, cuando ganó el premio Pulitzer—, aunque acaba de ser reeditado en una versión actualizada con un par de capítulos adicionales.
El dichoso Diamond es tan brillante que en el prólogo se permite incluso hacer un resumen del libro dirigido a periodistas, con el fin de que se reproduzca. Y que es totalmente exacto: «La historia siguió trayectorias distintas para diferentes pueblos debido a las diferencias existentes en los entornos de los pueblos, no debido a diferencias biológicas entre los propios pueblos». En un momento en el que emergían ciertas interpretaciones biológicas de la historia con posibles aplicaciones racistas, Diamond deja sentadas de manera clara las razones por las que unas civilizaciones fueron capaces de desarrollar herramientas decisivas con las que imponerse a otras —resumibles en esa trilogía de armas, gérmenes y acero: superioridad militar, superioridad en resistencia inmunológica y superioridad en tecnología— debido a condicionantes tan poco relacionados con la superioridad de unas razas sobre otras como la fertilidad del suelo, el clima, las extensiones disponibles, la presencia o no de animales domesticables en la zona, etcétera.
Al igual que en Colapso, Diamond explica sus teorías tomando una serie de ejemplos fáciles de seguir y que suponen modelos a escala del devenir de la historia humana. Y demuestra, de nuevo, una amplitud de conocimientos multidisciplinar que le permiten ver la historia no como una sucesión de hechos, sino como un proceso dinámico con sus propias lógicas internas, en ocasiones casi inexorables. En particular, Diamond se extiende en consideraciones sobre el comienzo de la civilización humana y las razones por las que originalmente los habitantes de una determinada área geográfica tomaron unos caminos y no otros. Después, se extiende en algunos casos concretos, como el muy llamativo de Japón, con su desarrollo casi «europeo» en ciertos sentidos pese a encontrarse en un entorno totalmente apartado. Todo para explicar satisfactoriamente los dos enigmas que plantea en el arranque: la pregunta que le hace un aborígen de Nueva Guinea sobre por qué no creció la tecnología en su mundo, y la pregunta acerca de cómo Pizarro, con un par de cientos de soldados, pudo dominar un imperio como el inca.
Esta pareja de libros forman, como ya dije en mi comentario a Colapso, un tándem casi inexcusable para cualquier lector contemporáneo que quiera entender por dónde van los tiros en las tendencias más vigorosas de las ciencias sociales contemporáneas. Además, son una lectura deliciosa. Sólo me queda desear que, en la línea del trabajo de Carl Sagan —con el que inconscientemente encuentro bastantes similitudes—, a Diamond se le permita plasmar sus ideas en una serie de documentales alrededor del mundo, si es que eso no ha ocurrido ya sin que haya encontrado referencias al respecto. Creo que sería un colofón memorable a su trabajo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.pbs.org/gunsgermssteel/

Álex Vidal dijo...

Otro libro para la pila. Gracias, Julián :)

Anónimo dijo...

Un libro magnífico, en la línea de su anterior Armas, gérmenes y acero..
Aunque las conclusiones aplicadas al mundo actual puedan ser discutibles, es evidente que no deben caer en saco roto.