Talentura, Madrid, 2015. 216 pp. 15 €
1. María Dolores García Pastor
Tras una primera incursión en la literatura en un género tan exigente como el relato, Marian Torrejón presenta su primera novela. Respaldada por el éxito del libro de cuentos Limones dulces, prologado por el escritor Fernando Iwasaki y con el que fue finalista del Premio de la Crítica Valenciana, nos muestra ahora su faceta de novelista en Al pie de una pared sin puerta.
Las protagonistas son dos jóvenes que comparten piso de estudiantes, polos opuestos, la niña bien y la de familia humilde, que se aventuran a vivir la noche de los ochenta. Su día a día, sus diferencias, sus errores y sus bajadas a los infiernos constituyen la trama de esta novela. Una historia simple que podría ser la de cualquiera que haya vivido su juventud en esa época y que, sin embargo, nos hace reflexionar sobre temas universales como el saber establecer límites, el éxito y el fracaso, las drogas, la amistad y la traición.
Está escrito en primera persona en un tono intimista y, en ocasiones, nostálgico pero no exento de humor. Eli, la chica pobre, es la narradora. Su memoria se mueve adelante y atrás en el tiempo indistintamente, lo que a veces puede llegar a desorientar al lector y crear confusión. Nuria es la otra protagonista, aunque en un papel bastante secundario dado que la historia que conocemos a fondo es la de su amiga, la suya nos viene dada básicamente por su relación con ella. Un encuentro de ambas mujeres en la madurez da para que la narradora recuerde su periplo vital de sus años de juventud al lado de Nuria, la chica rica, y para reflexionar sobre los altos y bajos de su relación forjada entre momentos de intimidad, alcohol y drogas.
Además de las dos protagonistas humanas podríamos hablar también de algunos objetos que tienen su importancia y su protagonismo y están presentes en toda la novela: dos anillos idénticos que simbolizan la amistad de Eli y Nuria y un cuadro que es el causante de su desencuentro, el que las pondrá frente a una pared sin puerta.
2. Miguel Sanfeliu
Marian Torrejón acaba de publicar su segundo libro después del interesante volumen de relatos Limones dulces, que quedó finalista del Premio de la Crítica Valenciana en 2013. Se trata de la novela titulada Al pie de una pared sin puerta, en la que vuelve sobre algunos temas que pueden empezar a identificarse como preocupaciones de la autora: el paso del tiempo, la crónica social, la amistad, el éxito y el fracaso. Una novela en la que, a través de la historia de dos amigas, recrea los años ochenta y plantea una historia de encuentros y desencuentros, la relación entre dos mujeres que compartieron muchas cosas y que, por algún motivo, se distanciaron y siguieron rumbos muy diferentes.
La novela está construida a modo de cajas chinas. Desde un presente en el que dos antiguas amigas, ya mayores, se reencuentran después de mucho tiempo sin haber tenido contacto entre ellas, la historia va sumergiéndose en los recuerdos de su relación. Es la voz de Elisa la que nos refiere la historia de su amistad con Nuria, a quien conoce en el instituto pero de quien se hace muy amiga a raíz de compartir piso cuando empiezan a estudiar en la facultad. Nuria en Económicas y Elisa en Derecho. De las noches locas, en blanco, los amores y el alcohol, los garitos, las drogas y el sexo, de encontrarse en una ciudad libre y caótica por la que resulta fácil dejarse seducir, a los caminos tan opuestos que el destino tiene pensado para ellas. La boda de Nuria, la aspiración de Elisa por convertirse en escritora, las trampas que la vida va tendiendo y que nos desvían de nuestras metas. Historia de alegrías y rivalidades, de gran humanidad, narrada con un estilo muy cuidado y un gran sentido del humor.
Al pie de una pared sin puerta es una novela muy recomendable, no sólo por la limpieza de su estilo narrativo sino, sobre todo, por la planificación de la narración, estructurada como un enorme flashback que da paso a la historia de esta amistad situándose a la vez en dos momentos distintos, la alocada juventud y la sosegada madurez. La idea de que la felicidad suele encontrarse fuera de nosotros mismos está presente todo el tiempo, dejando entrever que en toda gran amistad hay, también, cierta rivalidad.
Un libro interesante, que nos traslada a una época descrita de un modo muy vívido y nos habla de temas universales a través de situaciones cotidianas que se suceden con el ritmo de una historia de suspense. Ejemplo de maestría narrativa la planificación de la historia, el manejo de los tiempos, la dosificación de la información, la combinación de los hilos argumentales que van tejiendo una obra que transmite veracidad y, también, el grado de nostalgia que nos embarga al ver cómo el tiempo se nos escapa sin que podamos dominarlo.
1 comentario:
Muchas gracias a los dos escritores, por esas miradas tan certeras. Y a La tormenta en un vaso por recogerlas.
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