Trad. Aloma Rodríguez. Xordica, Zaragoza, 2015. 96 pp. 11,95 €
Ana Gamero Escudero
El reverso de los demás le ha merecido a Kaouther Adimi, una joven argelina de 30 años, varios premios, como el FELIV (Festival Internacional de la literatura del libro juvenil de Argel) en 2008 y el Premio Vocación en 2011. Esta joven promesa de la literatura francófona narra con tono melancólico un día en la vida de nueve habitantes de un barrio obrero de clase media, más bien baja, de Argel. Esta polifonía de voces se suceden desde la madrugada hasta la tarde de un día cualquiera, y nos cuentan los problemas y dificultades a los que se enfrentan los personajes en forma de monólogos interiores. Cada capítulo está narrado por una persona distinta: los protagonistas, que son los hermanos Adel y Yasmine, su madre, su hermana mayor Sarah, el marido y la hija de esta, Hamza y Mouna (que viven todos, los seis, bajo el mismo techo), y los vecinos, Kamel, Tarek y Hadj Youssef.
Resulta muy interesante la oportunidad que nos brinda este libro de acercarnos a la realidad contemporánea de Argelia, donde conviven varias culturas con sus diferentes ideologías, y poder observar como la más numerosa, la cultura árabe, ha sabido adaptarse (o no) al siglo veintiuno. Sorprende, desde el desconocimiento sobre este país que puede tener el público español, poder identificarse tanto con los jóvenes argelinos y descubrir que su panorama económico y social no es muy diferente al que tenemos ahora en España, sino más bien todo lo contrario: sueños rotos, emigración, desempleo, vandalismo, la lucha moral entre resignarse o luchar, irse o quedarse, tirar la toalla o tener la esperanza de que algún día se acaben las injusticias y las limitaciones. Además, los tres personajes femeninos que aparecen en el libro tienen mucha fuerza y, aunque son muy diferentes, intentan, cada una a su manera, huir del limitado papel que la sociedad musulmana les ha otorgado tradicionalmente y sueñan con un futuro mejor que, tristemente, puede que nunca llegue. Desde luego, Kaouther Adimi ha dado con todos los ingredientes para crear una interesante novela juvenil, donde encontramos diferentes perfiles de antihéroes y personajes sin rumbo que, además, representan minorías y clases desfavorecidas. Sin embargo, este libro va un paso más allá y nos provoca una sensación amarga y una reflexión profunda desde la primera página que, sin duda, no nos deja indiferentes.
Lo que interesa de la novela es el monólogo interior de los personajes, que casi no hablan los unos con los otros, y que buscan ocultar lo que verdaderamente piensan y sienten. No obstante, creo que en algunos casos no han estado del todo logradas estas voces narrativas y no sé si es un problema de expresión de la autora o de traducción del francés al español. Tal vez las narraciones se podían haber distinguido un poco más para hacer más evidentes los contrastes entre hombres y mujeres, jóvenes y mayores. Además, todos y cada uno de los personajes son muy interesantes y tienen mucha fuerza pero, al tratarse de una novela corta, casi un relato, están poco desarrollados y solo se nos presentan pinceladas de cada una de sus personalidades, lo que hace que nos quedemos con ganas de más.
En general, obviando estos problemas de expresión, El reverso de los demás es un libro que ha sabido experimentar con la forma y el stream of conciousness, que empezaron a utilizar grandes autores modernistas como Joyce y Woolf, para trasladarnos a un país cuya literatura contemporánea, sobre todo la escrita por mujeres (que hace muy poco que vienen abriéndose camino en este campo, y en muchos otros), necesita más reconocimiento. La autora ha querido llegar a ese “reverso”, desvelar la verdad individual sin filtros ni normas para contar la historia de una generación perdida, que, por desgracia, si miramos a nuestro alrededor, está más cerca de lo que creemos.
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