Ilust. Arnal Ballester. Trad. Enrique Maldonado Roldán
Nórdica, Madrid, 2016. 62 pp. 18 €
Eduardo Fariña Poveda
La rara sensación de sentirse parte de un pasado al observar la realidad. Aquella en que las acciones ideológicas han contribuido a cambiarla. Una anciana mujer que no logra reflejarse en los comportamientos de los jóvenes, pero que sin su lucha ideológica tales conductas más libres no se hubieran logrado. En uno de los pasajes de este fantástico relato, la protagonista explica que nunca pudo explicar a la gente lo qué significa el coraje. La valentía y la superación de la adversidad propia de los gestores del cambio parece ser explicada como una continuación de las cosas hechas, sin detenerse «Aunque ¿Qué podía hacer una sino continuar?. ¿Existe una elección verdadera alguna vez?» (p. 30).
Ursula K. Leguin (Berkeley, California, 1929). Es una de las escritoras de ciencia ficción vivas más importante de la actualidad. Más de una veintena de títulos entre los que destacan clásicos como La mano izquierda de la oscuridad (1969) con la que ganó el Premio Hugo y el Premio Nebula y Los desposeídos: una utopía ambigua (1974) con la que volvió a ganar los dos destacados premios. De esta última novela se desprenda este relato. En la novela Los desposeídos, Laia Odo es un personaje que aparece en la novela de forma implícita ya que no se encuentra viva en el desarrollo de la novela. En el prólogo, Leguin explica que la fundadora del Odonianismo merecía aparecer en un relato, en un tiempo anterior a cuando todo el mundo construido con sus ideas se materializa.
El Odonianismo es el anarquismo. Inspirado junto con ideas feministas y taoístas, Leguin nos cuenta acerca de una sociedad que ha sido posible gracias al activismo y valentía de una mujer que crítico abiertamente las ideas libertarias del capitalismo. Estas ideas critican a un Estado autoritario, sea neoliberal o socialista de corte estalinista que coaccione de forma radical las libertades individuales. El relato está dedicado a Paul Goodman, el célebre sociólogo y activista norteamericano que junto con Noam Chomsky y Perry Anderson conformaron la New Left en los años sesenta. Además, junto con Fritz Pearls, importante desarrollador de la Terapia Gestalt, adscrita a la Psicología humanista. Los enfoques teóricos de estos movimientos son perfectamente visibles en la obra de Leguin; la armonía de la vida en las ciudades el ecologismo, la defensa de las prácticas homosexuales y bisexuales, la experimentación con el inconsciente, la política económica de comunidades autogestionadas, el antibelicismo, etc.
En este relato, reflexivo y atento a los detalles, la septuagenaria revolucionaria observa la transición de su mundo. Un día de su vida en el cuál rememora los días de lucha junto a su marido fallecido y su dificultad de adaptarse a este nuevo mundo, el cual ella ha contribuido a crear. La acción está ambientada en el planeta Urra y en la nación A-lo, la que se describe de forma detallada en Los desposeídos. La narración describe el día a día de la anciana revolucionaria. Los interiores de la casa Odoniana, con habitaciones amplias donde viven cinco jóvenes y donde se práctica la vida comunitaria. Ella, por su apoplejía, dispone de una habitación propia donde junto con su secretario, trabajan. Ella recuerda los días de su marido en prisión y observa con detalle los libros, las cartas escritas, los archivos en su escritorio. Odo admite que los cambios son lentos y graduales, mientras en la prensa se informa como una región del país Thu se rebela contra el poder central.
El día antes de la revolución es un excelente relato que nos entrega la visión de una mujer líder en el otoño de su vida, la cuál hace balances de sus recuerdos y de sus experiencias vitales. Es un prólogo para acceder a Los desposeídos y nos ayuda a internarnos en el intrigante universo ficticio de la escritora californiana. Recientemente, Leguin ha sido elegida como una de los catorce miembros de la American academy of Arts and Letters junto con escritores como Junot Díaz y Ann Patchett, lo que consolida a Leguin como una de las escritoras actuales que todo buen lector debe conocer. En el espíritu de la ciencia ficción, Jan Schrella, trasunto de Roberto Bolaño, le escribe una emotiva carta a Leguin. Describe su medioambiente casi como si fuera una casa odoniana y comunica la urgencia por escribir cartas que no llegarán a destino. Una carta con preguntas que Schrella confiesa que Ursula K. Leguin ha contestado de alguna forma con la belleza de sus libros.
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