Pedro M. Domene
La editorial Anagrama viene entregando desde 2004 la curiosa narrativa de Arto Paasilinna (Kittila, 1942), escritor y periodista finlandés, cuyo libro de más éxito, El año de la liebre (2011, originariamente, 1975), publica ahora, en una nueva edición, Herralde aunque había conocido una versión anterior en 1998. Fue una de sus primeras obras, llevada al cine en dos ocasiones, una producción finlandesa, de 1977, y una franco-belga-búlgara, de 2006, aunque es, en realidad, la tercera novela de Paasilinna, escrita en 1974, que supuso para el autor su consagración internacional, traducida hasta el momento a dieciocho lenguas, cuenta la relación de un periodista que, de vuelta a Helsinki a donde se dirige con un compañero de trabajo, atropella accidentalmente a una liebre. Cuando Vatanen se baja del vehículo para ocuparse del animal herido, esta simple experiencia hará que su concepto de la vida cambie por completo y decida entonces romper los vínculos que lo unen con el pasado.
De las treinta y cinco novelas publicadas por el narrador finlandés hasta el momento, el proceso de traducción que ha llevado a cabo Anagrama, repartido entre Úrsula Ojanen y Eduardo Vila Santos, Dulce Fernández Anguita y Juan Carlos Suñén, ha sido el siguiente: El molinero aullador (2004, ed., original, 1981), El bosque de los zorros (2005, ed., original, 1983), Delicioso suicidio en grupo (2007, ed., original, 1990), La dulce envenenadora (2008, ed., original, 1998) y El mejor amigo del oso (2009, ed., original, 1995).
El estilo narrativo de Paasilinna es formal y deliberadamente sencillo, su prosa es ágil, fluye por las páginas con la misma tranquilidad con que circulamos por una interminable carretera finlandesa rodeada de frondosos bosques a cada uno de sus lados. La Naturaleza se convierte para el autor en una aliada, en válvula de escape para huir de la monotonía, y además realiza una reflexión sobre las contradicciones de la vida porque nunca debemos olvidar la actitud del escritor, de una irreverencia sublime con respecto a los temas fundamentales de su país. Con Vatanen y su mascota el lector recorre buena parte de Finlandia, ambos rompen deliberadamente sus lazos con la sociedad y solo en casos, estrictamente necesarios, vuelven a ella. A través de las peripecias que le van sucediendo a esta extraña pareja, conocemos el sentimiento que este país tiene hacia los animales o el medio natural donde viven, y pese a que Vatanen se convierte en maderero casual, apaga fuegos o reconstruye refugios, siempre se mimetiza con la Naturaleza, y en su ilógico deambular de un lado para otro, nos transmite el respeto del personaje hacia su medio natural. Paasilinna se muestra, en ocasiones, escéptico y en su huida hacia el Norte, el periodista y la liebre, conocerán el carácter de los norteños y algunas de sus facetas más ridículas, incluida la actitud que lleva al extraño final, que no desvelaremos, pero que muestra las singularidades de alguien como Vatanen quién, en realidad, emprende su particular cruzada para buscarse a sí mismo, o para descubrirnos como el suyo es un país de contradicciones, que con un profundo trasfondo irónico satiriza, aunque siempre con una sonrisa. Después de todo, el desenlace casi escatológico, o mejor el determinismo surrealista de la historia, se concreta en una fábula y sobresale por la su escéptica visión del ser humano y el profundo amor de Paasilinna a la Naturaleza.
1 comentario:
Leí esa novela hace unos cuantos años y siempre la recomiendo. Me parece una obra de referencia. Imprescindible.
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