Ignacio Sanz
La lengua es una armario inmenso lleno de resonancias y de cajones secretos. Cada cajón alberga muchos cajoncitos cos sus secretas claves y sus secretas músicas. Y , ya lo ven, sin darnos cuenta estamos casi metidos en aquel trabalenguas del padre Cojines y del padre Cajones que hacían cajoncitos para encajonar...
Para los que nos manejamos con unos conocimientos intuitivos de la lengua nos asombran siempre los vastos saberes que se ocultan en su sabio manejo. Ignoramos el nombre de los ciento y un huesos que conforman nuestro esqueleto, pero es un alivio que nuestro médico los sepa porque en caso de consulta, nos ofrece seguridad.
Alberto Martín Baró, un sabio en el manejo de lenguas, dedicó sus años como profesional activo a la edición de múltiples libros en grandes sellos. Para ser un buen editor hay que conocer los recovecos de la lengua. Además ha dado clases de edición a las jóvenes hornadas. En definitiva conoce los recovecos de la lengua y las úlceras del paladar contra las que suele frotarse. Porque la lengua, todas las lenguas, están llenas de recovecos y pasadizos secretos. Pero Martín Baró no solo los conoce sino que le apasionan y especula sin caer en pedanterías con ese conocimiento, de la misma manera que hiciera Lázaro Carreter en su día con aquellos artículos que luego recogió en El dardo y la palabra.
Nos dice Martín Baró en uno de los artículos que publica cada miércoles en El Adelantado de Segovia: «A menudo me entretengo en tomar nota de voces y expresiones que se prodigan en los medios de comunicación en virtud de las modas que afectan al lenguaje o, mejor dicho, al habla común.»
Pues bien, con casi un centón de esos artículos, los relacionados con la lengua que tanto le apasiona y, tras pasarlos por una criba y nuevas revisiones, Martín Baró nos ofrece sus reflexiones de sabio para deleite de los que quieran echarse a andar ese ameno camino en el que, además de lenguaje, se va a encontrar con pequeñas píldoras sobre los caminos, la toponimia, las plantas o las lecturas. En definitiva, estamos ante una persona curiosa que gusta de sacar punta a todo, de afilar la mirada, de bucear en los manantiales que tienen en la lengua su primera manifestación. Para ello Martín Baró ha agrupado sus artículos, ampliándolos cuando lo ha creído necesario o ofreciéndonoslos a través de seis grandes apartados: "Usos cambiantes de las palabras y de las expresiones·, "Funciones del lenguaje","Algo más que gramática", "Las palabras y sus significados","El español y la influencia de otras lenguas", "Cómo empezamos a hablar".
La lectura de este libro supone una pequeña fiesta en la que el autor, editor de varios diccionarios, reflexiona sobre el ir y venir de las palabras que se estrellan contra los acantilados de la vida. Paralelamente nos descubre sus lectura, sus programas de radio, sus caminatas por la ladera norte del Guadarrama, los encuentros con sus paisanos en el puesto de periódicos o en la tienda de comestibles donde se avitualla. Suele ser a partir de esas experiencias donde surge el artículo reflexivo y ameno que aclara nuestras dudas.
Mensajes SMS, personas humanas, cocinillas, ¿todo bien?, el laísmo y la claridad, acentos, el refugio de los puntos suspensivos, siglas y más siglas, concordancias, del chascarrillo al refrán, lo imprevisto y lo entrevisto, palabrotas, el celo y los celos, el sueño y los sueños, el inglés de cada día, anglicismos a la carta, las primeras palabras, indicios y evolución del habla... son solos algunos de los títulos que sirven de disculpa para reflexionar sobre la lengua y las dudas que suscita su manejo. Pero en esos artículos el lector descubrirá también la vida que late tras la lengua y, de paso, la vida del autor que se agazapa en sus costuras sin asomo de pedantería, como si cada artículo fuera un pequeño cuento en el que la amenidad y la sabiduría bailan juntitos y apretados.
*La editorial Isla del Náufrago no distribuye sus libros y sólo sirve pedidos sin costes de envío a través de Internet.
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