lunes, junio 16, 2008

1707. El sueño perdido, Juan Ramón Barat

Carena, Valencia, 2007. 282 pp. 20 €

Pedro M. Domene

La Historia de España se ha escrito con los argumentos suficientes como para que nuestros novelistas construyan toda una teoría literaria con el rigor y la invención que exigiría el género, además de ofrecer a los lectores apasionantes fragmentos novelados de un pasado que bien merece ser conocido por un amplio público. Historia e intrahistoria, héroes anónimos o conocidos estrategas y militares pueblan nuestro pasado que de vez en cuando son rescatados literariamente del olvido. Una de las últimas tendencias literarias consiste en novelar nuestro pasado, trasladándonos a los paraísos perdidos de Al-Andalus a las batallas heroicas de nuestros tercios o, incluso, nuestra a sangrienta guerra civil.
La novela 1707. El sueño perdido (2007) que Juan Ramón Barat (Borbotó, Valencia, 1959) entrega es su debut en el género, aunque el valenciano tiene una amplia obra en verso con notorios premios conseguidos. Los hechos históricos son los siguientes: el 1 de noviembre de 1700 muere en Madrid, sin descendencia, Carlos II. Este hecho desencadenará la terrible Guerra de Sucesión por la Corona del Imperio. Las dos casas reales: la de Borbón y la de Habsburgo se disputan el trono vacío. Muy pronto algunas potencias europeas se ponen en movimiento para hacer valer sus intereses. Unas defienden al candidato francés, Felipe de Anjou, mientras otras prefieren la opción del archiduque austriaco Carlos. Ante tal situación, España también acaba dividiéndose en dos. Castilla, Navarra y Andalucía apoyan la causa borbónica, mientras que los Reinos de la Corona de Aragón optan por el archiduque. Pero, lo más insólito, en los territorios de Valencia, la guerra toma tintes de revolución social y los campesinos y los gremios de artesanos ven llegado el momento de acabar con las injusticias de los poderosos. En medio de tanta turbulencia, destaca la figura de Juan Bautista Basset, el hijo de un humilde carpintero de Alboraya, que pudo haber cambiado el rumbo de la historia. Podemos asegurar que se trata de la excelente reconstrucción de la vida de Basset, héroe de los maulets en la Guerra de Sucesión española, amigo del Príncipe de Hesse, partidarios ambos del Archiduque Carlos, frente a las tropas de Felipe V. En la novela se cuentan todas las vicisitudes seguidas por el militar hasta la batalla de Almansa, el 25 de abril de 1707, cuando realmente se pierde la esperanza de devolverle el trono al Archiduque, tras la toma de Gibraltar y el desembarco borbónico en Denia.
Dividida en diversos episodios de la biografía del general valenciano, el relato se inicia en su desafortunada adolescencia y su posterior destierro, aunque la trama central enfrentará a maulets y botiflers, tras el firme compromiso contraído por Basset para que el nuevo rey, Carlos III, promulgara nuevos fueros y privilegios en favor del campesinado valenciano. Perdida la guerra, Felipe V, abolió los Fueros y e impuso el Decreto de Nueva Planta, un régimen absolutista. Barat ameniza su historia con intrigas políticas y palaciegas hasta desembocar en lo que se denominó el definitivo Consejo de Castilla. Por estas páginas desfilan los nombres y la personalidad de la personalidad histórica del Duque de Berwick, el Conde D'Ansfeld, Felipe de Anjou y Gabriela de Saboya, y también del Archiduque Carlos de Austria.
El sueño perdido ofrece, además, de un retrato fidedigno del héroe valenciano, su lado más humano, incluidos los sentimientos del honor y del amor, ese desaforado sentimiento hacia Soledad Climent y las vicisitudes del mismo, todo en una puesta en escena perfecta que se combina con una auténtica historia de aventuras que podría resultar muy cinematográfica donde no falta de nada, es decir, se dosifica la intriga, se escenifican las grandes secuencias bélicas, se recurre al rigor de los datos, y sobre todo se añaden las múltiples anécdotas que hacen de la lectura de esta novela histórica una amenísima evocación del sentimiento y de la tradición valencianas, incluido un fervor nacionalista de tremenda actualidad.

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