martes, octubre 19, 2010

El abrigo de Pupa, Elena Ferrándiz

Thule, Barcelona, 2010. 40 páginas. 12 €

Care Santos

El miedo es uno de los sentimientos que más han contribuido a moldearnos como especie. Sin miedo no habríamos sobrevivido. Y tampoco habríamos descubierto la necesidad de huir. Hay miedos pequeños y miedos grandes. También hay miedos de personas pequeñas y miedos de personas grandes. Todos son igual de poderosos. Este libro trata sobre ellos. Más aún: trata de cómo enfrentarse al mundo sin llevarlos a cuestas. Porque, del mismo modo que nos empuja a avanzar, el miedo también puede paralizarnos.
La ilustradora y escritora gaditana Elena Ferrándiz nos cuenta la historia de Pupa, una niña que todos los días se coloca el abrigo de los miedos, que lleva desde que era pequeña, y sale con él a recorrer el mundo. Un mundo que, con ese lastre, sólo puede tener una apariencia inhóspita, de bello apocalipsis, de soledad irremediable. Pupa le teme a todo: a estar sola, a volar y a hundirse, a que la quieran y a que no, a que las cosas cambien y a que todo siga igual, a ella misma y a los demás... Sus temores son brutalmente familiares, terriblemente humanos. También son contradictorios: a menudo se presentan por parejas, en un fascinante juego de contrarios, cargado de símbolos que invitan a la reflexión y que se adentran en el terreno de la filosofía. Las ilustraciones subrayan todo eso con su enorme lirismo y completan el significado del texto con símbolos e imágenes que son historias en sí mismas. La dedicada al miedo a ser querida, por ejemplo, muestra a Pupa caminando por la tela de una araña, una de cuyas líneas maestras se prolonga en forma de registro de electrocardiograma, con un resultado visual excelente que sugiere desde el latido del corazón, la fuerza de las emociones, la posibilidad de la caída, el equilibrio que se necesita para recorrer el territorio de lo emocional sin perder pie, la fragilidad de los sentimientos, la semejanza entre amar y retener...
Los miedos de Pupa crecen hasta que el abrigo pesa demasiado. Entonces la niña decide tomar una decisión valiente y desprenderse de él. Y de pronto descubre algo fascinante. El colofón lo pone la cita de la sobrecubierta, de Lao Tse, que insiste en la poesía que impregna toda la obra: "Aquello que la oruga llama el fin del mundo, el resto del mundo lo llama mariposa".
Un álbum para volver a ser niño y para permitir que los niños se asomen un poco al mundo adulto.

1 comentario:

Elena Ferrándiz dijo...
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