Nacho Montoto
Hay nombres —de poetas, seudocríticos, novelistas existenciales, conferenciantes todoterrenos, estudiosos del romanticismo más barroco, charlatanes varios y literatos multidisciplinares— que suelen ser frecuentes en los jurados de los premios literarios de cierto nivel —jurados remunerados con más de trescientos euros, seiscientos en algunos casos, muy contados los casos estos. Así comienza el cuento titulado "El poeta en excedencia", incluido en Escritores, el nuevo libro de cuentos de Gutiérrez Solís. Mucho se ha escrito sobre metaliteratura. Muchos son los autores que han iniciado ese camino, sí, pero tras la lectura de Escritores, podemos asegurar que ninguno como Gutiérrez Solís. Escritores aborda con gran lucidez e ironía el oficio del escritor, del letraherido, del cuentista de turno, de los escritores malditos.
Quien haya seguido la trayectoria de Gutiérrez Solís, encontrará —en esta ocasión— un libro de cuentos donde el autor va desgranando los entresijos del mundo literario mezclado con el sarcasmo que —en otro tiempo— nos trajo el novelista Malaleche. 17 historias 17, que nos llevan desde la increíble trama del novelista caníbal a la curiosa—y terrible— historia del detective poeta, pasando por el relato desternillante de "El poeta maldito" o "El torero escritor". Una trama de personajes que se mueven entre el mundo de la realidad y la ficción, siempre, en torno al hecho literario. Apreciables son los microrrelatos "El ensayista en alquiler" o "El difunto poeta", en los que el autor da muestras de su capacidad para condensar en apenas unas líneas esa mezcla de ironía y realidad.
Un libro de cuentos en el que también podemos apreciar la concatenación de personajes, pues en muchos casos, los principales aparecen como secundarios en otros relatos dotando de cierta fragmentariedad a alguno de los cuentos. Pero Escritores no es un libro en el que sólo se abarque la metaliteratura, no. Como es habitual en Gutiérrez Solís, el mundo de la Fiesta Nacional, el fútbol, y multitud de referencias literarias no son ajenas a su pluma, por lo que todas ellas salpican de gestos y anécdotas cada una de las historias que se desarrollan en esta nueva incursión del autor en la narrativa breve. ¿Quién sería capaz de meter en un mismo libro a García Lorca, Jorge Javier Vázquez, Baltasar Garzón, Joselito “El Gallo”, Miguel Hernández, Javier Marías o Alberti? No se asusten, no, son meros invitados al gran convite literario que Gutiérrez Solís ha sabido organizar con maestría dentro de este libro de cuentos donde el lector permanecerá, de principio al fin, agarrado a las solapas del libro.
Si desean conocer los entresijos del proceso literario y todo lo que rodea al mundo de la literatura, en clave de humor, no duden en ponerse manos a la obra y comenzar con la lectura de Escritores, no les dejará indiferentes.
Quien haya seguido la trayectoria de Gutiérrez Solís, encontrará —en esta ocasión— un libro de cuentos donde el autor va desgranando los entresijos del mundo literario mezclado con el sarcasmo que —en otro tiempo— nos trajo el novelista Malaleche. 17 historias 17, que nos llevan desde la increíble trama del novelista caníbal a la curiosa—y terrible— historia del detective poeta, pasando por el relato desternillante de "El poeta maldito" o "El torero escritor". Una trama de personajes que se mueven entre el mundo de la realidad y la ficción, siempre, en torno al hecho literario. Apreciables son los microrrelatos "El ensayista en alquiler" o "El difunto poeta", en los que el autor da muestras de su capacidad para condensar en apenas unas líneas esa mezcla de ironía y realidad.
Un libro de cuentos en el que también podemos apreciar la concatenación de personajes, pues en muchos casos, los principales aparecen como secundarios en otros relatos dotando de cierta fragmentariedad a alguno de los cuentos. Pero Escritores no es un libro en el que sólo se abarque la metaliteratura, no. Como es habitual en Gutiérrez Solís, el mundo de la Fiesta Nacional, el fútbol, y multitud de referencias literarias no son ajenas a su pluma, por lo que todas ellas salpican de gestos y anécdotas cada una de las historias que se desarrollan en esta nueva incursión del autor en la narrativa breve. ¿Quién sería capaz de meter en un mismo libro a García Lorca, Jorge Javier Vázquez, Baltasar Garzón, Joselito “El Gallo”, Miguel Hernández, Javier Marías o Alberti? No se asusten, no, son meros invitados al gran convite literario que Gutiérrez Solís ha sabido organizar con maestría dentro de este libro de cuentos donde el lector permanecerá, de principio al fin, agarrado a las solapas del libro.
Si desean conocer los entresijos del proceso literario y todo lo que rodea al mundo de la literatura, en clave de humor, no duden en ponerse manos a la obra y comenzar con la lectura de Escritores, no les dejará indiferentes.
Salvador Gutiérrez Solís: "La Literatura española rebosa mediocridad y medievalismo"
—¿Por qué hemos tenido que esperar tanto para leer un nuevo libro de cuentos suyo?
—Casi ocho años… Debería tener una respuesta preparada para esta pregunta y no la tengo. Supongo que se debe a la relación tan particular que mantengo con el relato. Salvo en alguna extraña excepción, nunca me planteo escribir un relato premeditadamente. Por explicarlo de alguna manera, los relatos son los campos de entrenamiento de mis novelas y de los personajes que las habitan. Antes de comenzar a escribir una novela, necesito contar con las suficientes garantías de que las tramas y los personajes van a resistir el tránsito. Esto no quiere decir que Escritores se trate de un ejercicio de reciclaje literario. De hecho, esa excepcionalidad que antes señalaba la representa Escritores a la perfección, algunos de los relatos nacieron y morirán siendo relatos, no son embriones.
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