Trad. Miguel Izquierdo. Global Rhythm, Barcelona, 2009. 528 pp. 25.50 €
Martí Sales
Tornado Belushi, vorágine Belushi, terremoto Belushi. Todo fenómeno metereológico de largo alcance o de consecuencias imprevisibles se le puede aplicar. John Belushi (1949-1982), el gran cómico, vivió inmerso en el descontrol de alguien que se droga a todas horas, sin dejar de rodar episodios del seminal y grandioso programa Saturday Night Live (de donde salieron Bill Murray, Chevy Chase, Dan Ayrkroyd y tantos otros) o películas que pincharon en la taquilla como 1941, de Spielberg, o The Blues Brothers, de Landis. Bob Woodward, el autor de esta biografía (que apareció en 1984, sólo dos años después de la muerte de Belushi), se documentó a fondo: entrevistó a todo el mundo que le había conocido: desde estrellas del cine como De Niro y Nicholson hasta taxistas y camellos. Así consiguió que su libro fuera polifónico y poliédrico y la visión de la vida de Belushi, muy completa. Su mujer, Judy Belushi, años más tarde de su muerte y también de la aparición de este libro, escribió su versión de la vida de su famoso marido, una visión más tierna y próxima, según ella, que creía que Como una moto. La vida galopante de John Belushi (Wired: the fast times and short life of John Belushi, en el original) se centraba demasiado en el consumo de drogas de su difunto marido. Sí, es verdad: hay un montón de drogas en Como una moto. Como las había en la vida de Belushi, lo queramos o no. El libro es, precisamente, la crónica de una muerte anunciada por un abuso sistemático de la mayoría de sustancias estupefacientes que había a su disposición en aquella época; o sea, un “no seas tan bestia/tonto como él y no lo hagas” medio encubierto. También es un retrato del funcionamiento interno de Hollywood de los setenta y de los avatares de la fama (John Belushi celebró su treinta aniversario en 1979 y aquel mismo día su película Animal House (Desmadre a la americana) era número uno de recaudación en taquilla, su disco Briefcase full of blues, con los Blues Brothers, era el más vendido y su programa de televisión SNL el más visto); vaya, otra vez la historia del ascenso paulatino y placentero y de la rauda caída final, pero no se hace pesado (aunque no esté especialmente bien escrito; con dignidad, solamente) porque el personaje tiene mucha enjundia: era tan animal que te partes y te estremeces de un párrafo a otro. Hay la descripción de muchos gags y de muchas farras, de muchas intentos fracasados para reconducir su autodestrucción y de muchos dislates, éxitos y gamberradas. Para quien no lo conocimos pero lo admiramos, este un libro fantástico, ya que después de haberlo leído nos parece que entendemos y estamos mucho más cerca de este gran cómico y destroyer que fue John Belushi.
Martí Sales
Tornado Belushi, vorágine Belushi, terremoto Belushi. Todo fenómeno metereológico de largo alcance o de consecuencias imprevisibles se le puede aplicar. John Belushi (1949-1982), el gran cómico, vivió inmerso en el descontrol de alguien que se droga a todas horas, sin dejar de rodar episodios del seminal y grandioso programa Saturday Night Live (de donde salieron Bill Murray, Chevy Chase, Dan Ayrkroyd y tantos otros) o películas que pincharon en la taquilla como 1941, de Spielberg, o The Blues Brothers, de Landis. Bob Woodward, el autor de esta biografía (que apareció en 1984, sólo dos años después de la muerte de Belushi), se documentó a fondo: entrevistó a todo el mundo que le había conocido: desde estrellas del cine como De Niro y Nicholson hasta taxistas y camellos. Así consiguió que su libro fuera polifónico y poliédrico y la visión de la vida de Belushi, muy completa. Su mujer, Judy Belushi, años más tarde de su muerte y también de la aparición de este libro, escribió su versión de la vida de su famoso marido, una visión más tierna y próxima, según ella, que creía que Como una moto. La vida galopante de John Belushi (Wired: the fast times and short life of John Belushi, en el original) se centraba demasiado en el consumo de drogas de su difunto marido. Sí, es verdad: hay un montón de drogas en Como una moto. Como las había en la vida de Belushi, lo queramos o no. El libro es, precisamente, la crónica de una muerte anunciada por un abuso sistemático de la mayoría de sustancias estupefacientes que había a su disposición en aquella época; o sea, un “no seas tan bestia/tonto como él y no lo hagas” medio encubierto. También es un retrato del funcionamiento interno de Hollywood de los setenta y de los avatares de la fama (John Belushi celebró su treinta aniversario en 1979 y aquel mismo día su película Animal House (Desmadre a la americana) era número uno de recaudación en taquilla, su disco Briefcase full of blues, con los Blues Brothers, era el más vendido y su programa de televisión SNL el más visto); vaya, otra vez la historia del ascenso paulatino y placentero y de la rauda caída final, pero no se hace pesado (aunque no esté especialmente bien escrito; con dignidad, solamente) porque el personaje tiene mucha enjundia: era tan animal que te partes y te estremeces de un párrafo a otro. Hay la descripción de muchos gags y de muchas farras, de muchas intentos fracasados para reconducir su autodestrucción y de muchos dislates, éxitos y gamberradas. Para quien no lo conocimos pero lo admiramos, este un libro fantástico, ya que después de haberlo leído nos parece que entendemos y estamos mucho más cerca de este gran cómico y destroyer que fue John Belushi.
Me encanta esta editorial.
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