Trad. y ed. Flavia Cartoni. Cátedra, Madrid, 2006. 232 pp. 8 €.
Carmen Fernández Etreros
Elsa Morante, una de las grandes escritoras italianas, supo plasmar en su obra su anhelo por la verdad y la belleza. Estos doce relatos de la escritora, publicados por primera vez en nuestro país, sorprenden al presentar un retrato agridulce del individuo. La autora nos ofrece vidas complejas y curiosas como las de la madre abnegada, la niña temerosa de Dios, la abuela siniestra, el falso enamorado, el soldado siciliano, la esposa eternamente infantil o la novicia huida. Elsa Morante construye fábulas que se bandean entre dos polos opuestos: la recreación de la triste realidad de la guerra, el hambre y la falta de medios y la evasión a la fantasía, el arte y el amor. Cátedra, en su colección Letras Universales, ofrece una cuidada edición de El chal andaluz editada por Flavia Cartoni. Algunos relatos ya habían aparecido en 1941 con el título El juego secreto pero no fueron publicados hasta 1963.
Escritora valorada en Italia, y conocida a raíz de su complicado matrimonio con el también escritor Alberto Moravia, no publicó una amplia obra literaria. Sin embargo, Elsa Morante siempre afirmó que su vida era la literatura y que todo estaba escrito en los libros. Nunca dejó de escribir y ya desde muy joven comenzó a escribir cuentos, poemas y relatos que ofrecía acompañada por su madre a diversos periódicos italianos. Su meditada obra consta sólo de cuatro novelas: Menzogna e sortilegio (1948), La isla de Arturo (1957), la polémica y admirada al mismo tiempo La Historia (1974) y Araceli (1982). Flavia Cartoni nos ofrece un interesante prólogo con datos biográficos de la autora y de su obra, en los que descubrimos una infancia de engaños, una difícil y ajetreada vida amorosa y sus últimos días de enfermedad y sufrimiento.
En El chal andaluz la autora, gracias a la fantasía, aleja sus historias de la realidad y las puede llevar hasta el mundo de los sueños, lo desconocido e incluso lo siniestro. Unas vidas diferentes en las que sus protagonistas se mueven en los márgenes de la culpabilidad, el amor incondicional, el odio, la infertilidad, la soledad y la muerte. La culpabilidad es el motor de las acciones de los muchos de los protagonistas de estos relatos como los dos enamorados de “La abuela”. El miedo a ser descubiertos en brazos del prohibido arte del teatro y de la literatura es el motor de otros como “El juego secreto”. “El chal andaluz”, que da título a la colección de relatos, cuenta la historia de la difícil relación de una madre Giuditta y su hijo Andrea debido a la aversión de éste por el trabajo de bailarina de su madre. La autora nos muestra un conflicto desgarrador y sin solución con gran maestría.
La prosa de Elsa Morante en estos relatos es compleja y trabajada con constantes repeticiones y meticulosas descripciones, método con el que logra que el lector confíe en su simplicidad y un cierto aire de candidez. La autora italiana es maestra a la hora de ofrecer una visión perspectiva psicológica de la mente y los pensamientos de cada uno de los personajes. Estos se encuentran afectados por miedos y grandes pasiones que no logran dominar y que se confunden en el abismo de lo terrorífico o en el olvido. En los relatos se pone en relieve otra constante de la prosa de Elsa Morante: su confianza en la inocencia de los niños y de los animales y el poder de la naturaleza.
Elsa Morante va ocupando poco a poco un sitio merecido en la literatura universal, a medida que sus obras se van traduciendo y redescubriendo.
Carmen Fernández Etreros
Elsa Morante, una de las grandes escritoras italianas, supo plasmar en su obra su anhelo por la verdad y la belleza. Estos doce relatos de la escritora, publicados por primera vez en nuestro país, sorprenden al presentar un retrato agridulce del individuo. La autora nos ofrece vidas complejas y curiosas como las de la madre abnegada, la niña temerosa de Dios, la abuela siniestra, el falso enamorado, el soldado siciliano, la esposa eternamente infantil o la novicia huida. Elsa Morante construye fábulas que se bandean entre dos polos opuestos: la recreación de la triste realidad de la guerra, el hambre y la falta de medios y la evasión a la fantasía, el arte y el amor. Cátedra, en su colección Letras Universales, ofrece una cuidada edición de El chal andaluz editada por Flavia Cartoni. Algunos relatos ya habían aparecido en 1941 con el título El juego secreto pero no fueron publicados hasta 1963.
Escritora valorada en Italia, y conocida a raíz de su complicado matrimonio con el también escritor Alberto Moravia, no publicó una amplia obra literaria. Sin embargo, Elsa Morante siempre afirmó que su vida era la literatura y que todo estaba escrito en los libros. Nunca dejó de escribir y ya desde muy joven comenzó a escribir cuentos, poemas y relatos que ofrecía acompañada por su madre a diversos periódicos italianos. Su meditada obra consta sólo de cuatro novelas: Menzogna e sortilegio (1948), La isla de Arturo (1957), la polémica y admirada al mismo tiempo La Historia (1974) y Araceli (1982). Flavia Cartoni nos ofrece un interesante prólogo con datos biográficos de la autora y de su obra, en los que descubrimos una infancia de engaños, una difícil y ajetreada vida amorosa y sus últimos días de enfermedad y sufrimiento.
En El chal andaluz la autora, gracias a la fantasía, aleja sus historias de la realidad y las puede llevar hasta el mundo de los sueños, lo desconocido e incluso lo siniestro. Unas vidas diferentes en las que sus protagonistas se mueven en los márgenes de la culpabilidad, el amor incondicional, el odio, la infertilidad, la soledad y la muerte. La culpabilidad es el motor de las acciones de los muchos de los protagonistas de estos relatos como los dos enamorados de “La abuela”. El miedo a ser descubiertos en brazos del prohibido arte del teatro y de la literatura es el motor de otros como “El juego secreto”. “El chal andaluz”, que da título a la colección de relatos, cuenta la historia de la difícil relación de una madre Giuditta y su hijo Andrea debido a la aversión de éste por el trabajo de bailarina de su madre. La autora nos muestra un conflicto desgarrador y sin solución con gran maestría.
La prosa de Elsa Morante en estos relatos es compleja y trabajada con constantes repeticiones y meticulosas descripciones, método con el que logra que el lector confíe en su simplicidad y un cierto aire de candidez. La autora italiana es maestra a la hora de ofrecer una visión perspectiva psicológica de la mente y los pensamientos de cada uno de los personajes. Estos se encuentran afectados por miedos y grandes pasiones que no logran dominar y que se confunden en el abismo de lo terrorífico o en el olvido. En los relatos se pone en relieve otra constante de la prosa de Elsa Morante: su confianza en la inocencia de los niños y de los animales y el poder de la naturaleza.
Elsa Morante va ocupando poco a poco un sitio merecido en la literatura universal, a medida que sus obras se van traduciendo y redescubriendo.
Saludos a todos. Mi nombre es Ingrid Mónica del Pilar, escribo desde Colombia. La verdad hasta a penas hace 15 días tuve conocimiento de Elsa Morante; pues llegó a mis manos "La Historia". Esta novela, la verdad me gustó mucho no solo por la forma de narrar y sus descripciones, sino además por la forma como lo incita a uno como lector y como individuo a reflexionar sobre la guerra. Además de una forma muy bella -a mi modo de ver- evoca la fantasía;sin ser relato tradicional de realismo mágico. Es un libro que personalmente recomendaría, trae todos los ingredientes para incitarlo a uno a continuar leyendo. Me gustaría conocer comentarios sobre este libro, y si alguien conoce mas aspectos sobre cómo se escribió esta historia me gustaría conocerlos, que me los comparta.
ResponderEliminarGracias
desde Colombia