lunes, mayo 09, 2016

Cosas de niños, David Wagner


Trad. Esther Cruz Santaella.
Errata Naturae, Madrid, 2015. 160 pp. 15,50 €

María Dolores García Pastor

El mundo infantil es un universo aparte que transcurre paralelo al adulto pero que se mueve en otros parámetros bien diferentes y tiene su propia y peculiar lógica. Es fascinante, a veces muy divertido y otras verdaderamente sofocante, los niños pueden ser seres entrañables y verdaderos tiranos. Cosas de niños del escritor alemán David Wagner es un retrato vívido y fresco de este universo infantil, para conseguirlo se inspira en su propia infancia pero, sobre todo, en su relación con su hija, la niña.
Escrito en 2008 toma como punto de partida diferentes objetos, lugares, rutinas… y a partir de esas cosas particulares y concretas nos muestra un mundo en el que los que somos padres nos veremos reflejados. Lo anecdótico deviene trascendental. Se trata de fragmentos breves de diferentes extensiones que van conformando una especie de diario del día a día paterno-filial. Por su forma puede recordarnos a libros como Cómo viajar sin ver. Latinoamérica en tránsito (Editorial Alfaguara, 2010) del escritor argentino Andrés Neuman, aunque el contenido es del todo diferente.
Este catálogo de pequeñas cosas, de objetos sin importancia (como los clips y gomas del pelo de la niña o sus cochecitos), lleva al autor hacia la reflexión. La infancia es el tema central pero también es un pretexto para hablar del paso del tiempo, la paternidad, los miedos que vienen aparejados a esta experiencia vital, el olvido, el origen de la vida… Wagner invita al lector a hacer un ejercicio de introspección y a pensar en su propia experiencia como padre y como hijo. Humor y nostalgia impregnan por igual las páginas de este libro. Nos reconocemos en el padre al tiempo que él se reconoce en la niña y recuerda cosas del pasado, de su propia infancia y de su relación con sus padres.
El hecho de que la protagonista infantil sea “la niña”, de forma totalmente impersonal, nos hace pensar en cualquier niña o niño, en los nuestros propios o en el niño que fuimos. Tal vez porque como decía Daniel Goldin en su libro Los días y los libros, «El nacimiento de un hijo es un re-nacimiento, uno re-vive, re-cuerda, re-gresa». El diario de anécdotas acabará siendo una especie de guía de lo que el padre aprenderá de la niña, a veces un diccionario de peculiares definiciones. La niña crece y su relación con el padre también.
Wagner se dio a conocer como escritor en el año 2010 con su novela Meine nachtblaue Hose y desde entonces ha escrito varias novelas, antologías de cuentos, ensayos…, cosechando con todo ello numerosos premios. Cuando Cosas de niños se publicó en Alemania causó sensación entre los lectores porque su autor se atrevió a destapar ciertos tabúes y ciertos temores. La maternidad es un tema ampliamente tratado en la literatura pero no sucede así con la paternidad. Wagner está considerado una de las voces más prometedoras de la literatura alemana de su generación.

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