miércoles, mayo 04, 2016

Carpas para la Wehrmacht, Ota Pavel


Epílogo de Mariusz Szczygiel. Trad. Kepa Uharte.
Sajalín, Barcelona, 2015. 125 pp. 14 €

Ana Gamero Escudero

Desde la habitación del psiquiátrico donde pasó los últimos años de su vida, Otto Popper que es como se llamaba verdaderamente el autor de este libro) cuenta la historia de su vida o, mejor dicho, la de su padre. Carpas para la Wehrmacht es una reflexión autobiográfica recogida en forma de pequeños relatos con Leo Popper como personaje principal. Un Ota adolescente narra los que posiblemente fueran los mejores y más felices años de su vida, aunque estuvieran manchados por el horror de la Segunda Guerra Mundial y la decepción que el Comunismo causó en países del Este como fue el caso de Checoslovaquia. Leo fue un apasionado amante de la pesca que, por su incomformismo, sus aspiraciones de grandeza y su don de gentes, tuvo todo tipo de oficios, desde comercial de electrodomésticos hasta granjero, pasando por vendedor de tiras matamoscas, que lo llevaron, junto con su familia, a vivir en varias ciudades del país.
Este libro podría calificarse de cuento o fábula, ya que tiene ese tono hiperbólico y fantástico propio de las historias infantiles; y es que no podemos olvidarnos de que está narrado desde la perspectiva del joven Ota que, aunque nos acerca a un Leo humano y lleno de defectos, no puede evitar hablar de su padre rodeándolo de un halo de heroicidad y admiración. Además, los relatos tienen un estilo único con pinceladas que recuerdan al realismo mágico de autores y autoras del ‘boom’ hispanoamericano como Gabriel García Márquez o Isabel Allende. Por el aparato simbólico que utiliza es inevitable también pensar en la novela Big Fish: a novel of mythic proportions (1998) del norteamericano Daniel Wallace, que Tim Burton llevó al cine en 2003. Ambas obras tienen un estilo muy parecido, donde el narrador cuenta la historia de su padre, aunque el escenario sea muy diferente y la novela de Wallace tenga tintes más fantásticos que la del escritor checo.
Si bien el autor se encontraba en un época muy mala de su vida e intentaba recuperarse de una profunda depresión cuando escribió este libro, con él nos regala una historia cargada de lirismo, sensibilidad, magia y positividad. Este es, ante todo, un relato de familia, en el que la unión hace la fuerza, y en el que la supervivencia de aquellos marcados con una estrella de seis puntas depende de cualidades que Leo Popper manejaba bien: el ingenio y la imaginación. Este es un homenaje a su padre, el mejor que Ota pudo haberle hecho, donde lo muestra como un incansable luchador y, sobre todo, un vividor, quizás como recordatorio para sí mismo en el momento en que más necesitaba serlo.

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