Pedro Pujante
Si existe un autor que hoy día sigue suscitando polémica, admiración, rechazo, inspiración y sumando lectores y lectores, ese es Céline. Falleció hace más de medio siglo, fue médico, vivió la Gran Guerra, estuvo encarcelado sufrió el ‘descrédito’ y el destierro. Sus panfletos antisemitas le valieron la ignominia y que su Francia natal le relegase a un margen de la literatura canónica.
No obstante, y dando ejemplo de una gran intuición y gusto literarios, Lupercalia, una editorial joven y audaz, se ha encargado de reunir un gran surtido de plumas de escritores españoles contemporáneos para rendir el tributo que se merece este padre díscolo de las letras universales.
Si bien sus más conocidas novelas, y quizá lo más excelso de su obra, son Viaje al fin de la noche y Muerte a crédito, es cierto que tiene más libros. Por ejemplo, Vila-Matas nos recuerda esa obra menor titulada Fantasía para otra ocasión, que leyó hace tiempo pero que le tuvo que impactar de algún insólito modo pues ahora, "masoquistamente", se molesta en rememorarla y relegarla del olvido, como quien siente un aullido del pasado llamar a la puerta del horror.
Otros escritores de esta antología se siguen interrogando por el dilema de diseccionar el binomio hombre-obra. Por ejemplo, Joaquín Piqueras, uno de los más grandes poetas de este país, ha recreado una irónica conversación de chat literario en la que varios usuarios discuten sobre la necesidad de separar al ideólogo del artista, al escritor del hombre. La misma tesitura se plantean otros como José Ángel Barrueco o Gsús Bonilla.
Bruno Marcos elabora un preciso ejercicio comparativo entre Céline y Chaplin, en el que el humor y el horror comulgan en una simbiosis contemporánea que invita a la reflexión. Mario Crespo nos recuerda las relaciones de Céline con la beat generation. Pero el catálogo de plumas y temas no se agota ahí: Miguel Sánchez-Ostiz nos regala una evocación conmovedora; Óscar Esquivas narra una aventura celiniana en primera persona; Pepe Pereza inventa un relato, en su habitual tono directo y violento, en el que un libro robado de Céline desencadena la acción. Y muchos grandes narradores más que no caben en este breve reseña…
Muchos han elegido el ensayo, otros el relato, la crónica o la falsa biografía. Gran número de elementos de la vida del autor se hallarán en este volumen, y muchas desviaciones por vericuetos ficticios que ahondan en el itinerario novelístico de este padre de los malditos. Sobre todo apoyándose en esa novela semi autobiográfica que es Viaje al fin de la noche. De la que se puede aprender más de Céline que de ninguna biografía: su viaje a EE.UU., su amor sucio y mal correspondido, su asco por la vida o sus vicisitudes como médico.
Quien se aproxime a la vida de este genial escritor no se arrepentirá. A través de sus libros, a través de los libros de otros. En ese sentido, El descrédito es una puerta-espejo que conduce a Louis-Ferdinand Céline, ejemplo de que la literatura engendra más literatura, en un juego de correspondencias equívoco y proteico que convierte la experiencia de leer en un ‘viaje al fin de la propia irrealidad’.
Permítaseme sumar esta reseña al merecido homenaje que Céline merece.
Se salvan de la nómina Dani Ruiz, Esquivias, Vila-Matas, Mario Crespo y Bruno Marcos. Los demás quieren escribir como Bukowski sin ser Bukowski.
ResponderEliminarque lo digas de mi señor anónimo pase, pero del resto... no creo que haya muchos clones de bukowski en este libro...
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