Julián Díez
Hay libros que son destinos y libros que empiezan rutas. Las abren por muy distintas razones. Por ejemplo, por ser capaces de despertar en un lector mínimamente vivo el interés por continuar conociendo el tema. Por fijarse más detalladamente en algo en lo que hasta entonces no había reparado.
Limónov es de estos últimos, lo que quizá sea el mejor halago que puede hacerse a la labor de un escritor-periodista, colóquense los oficios en cualquier orden, como es Carrére. Para mí Eduard Limónov era hasta el momento un figurante sin rasgos distintivos en el enorme drama que debe estar desarrollándose en estos momentos en Rusia, ese país que miramos siempre con atracción morbosa tintada por el temor. Ahora es un personaje imborrable: uno de esos caracteres que abarcan toda una época, un signo de nuestro tiempo. Un signo de interrogación, en concreto.
Es obvio que el propio Carrére, al que inicialmente se le encargó hacer un reportaje sobre el personaje, se vio envuelto progresivamente en todo el proceso de atracción y repulsión que nos hace seguir como lectores en esta biografía sui géneris. Porque es difícil resistirse a la fascinación por un tipo que ha sido raterillo de suburbio soviético, poeta laureado, mendigo gay, líder de partido político, mayordomo, héroe contracultural, guerrillero serbobosnio y, eso sí, ególatra infatigable en cualquiera de esas actividades. Como resume el autor, no se conoce a mucha más gente que haya ido a cócteles con Andy Warhol en Nueva York y haya estado recluido en cárceles siberianas. Si un escritor de ficción hubiera creado un personaje así, su novela habría sucumbido a la imposibilidad de suspender la incredulidad del lector.
Sin embargo, quien afronta la labor de retratar al personaje es alguien de la destreza de Carrére. A quienes ya tuvieran ocasión de disfrutar de De vidas ajenas o, especialmente, El adversario no necesito hacerles ningún apunte adicional. Para quienes aún no le conozcan, decirles que comparte ciertos manierismos —intervención personal en el relato, incorrección— con sus afamados paisanos Houllebeq y Beigbeder, pero a mí me resulta más auténtico. No necesita epatar por postura, sino que lo hace por lo que narra, siempre con impecable eficacia.
Y ese personalismo le obliga a no esconder las dobleces del personaje, a no poder ocultar que le resulta repulsivo por momentos. El lector tiene margen de maniobra suficiente y abundancia de información para llegar a sus propias conclusiones. Aunque yo no tengo casi ninguna: Limónov, además de un personaje novelesco, es demasiado carnal para ser interpretado de cualquier manera convencional, unidireccional. Y por ello encarna con precisión el zeitgeist de nuestro tiempo confuso, en el que es imposible conocer verdaderamente la realidad ante la multiplicidad de fuentes, la existencia siempre de voces que condenan el bien y la habilidad del mal para camuflarse entre la vegetación.
Como a la Rusia de hoy en día, creo que me encantaría conocer brevemente a Limónov, para luego mantenerle bastante lejos a él y a esos muchachos que le acompañan con una bandera nazi que ha sustituido la cruz gamada por la hoz y el martillo. Carrére dice que no son mala gente del todo... pero por si acaso. Aunque, dado que este no es un libro destino, sino que abre ruta, a partir de ahora no podré evitar echar un vistazo más detallado de cuando en cuando a lo que ocurre por allí. Y ver si Limónov tiene una nueva reencarnación pasados los setenta años con la que pueda, todavía, reinventarse con su enésimo disfraz. El que Carrére le propone para terminar el libro, con ternura, no creo que le satisfaga.
Hola Julian,
ResponderEliminaryo tambien estuve fascinado por la lectura de este libro, en 2011 cuando se publico en Francia, y quise saber algo mas sobre Edouard Limonov.
Y descubri muchas cosas, a veces en contradiccion con lo que cuenta Emmanuel Carrère.
Por eso he hecho un site bastante completo sobre el verdadero Limonov.
Creo que hay bastante informacion inedita, y videos que no encontraras en Internet, a menos que utilices el alfabeto cirilico.
Es en francés, pero hay 3 paginas en espanol ( que ellas solas contienen ya mucha informacion )
http://www.tout-sur-limonov.fr/