Fernando Sánchez Calvo
Hace más de año y medio, concretamente el 17 de noviembre de 2011, descubrí gracias a una reseña de Care Santos a uno de mis escritores preferidos. Fue, y creo que es, una de las reseñas más apasionadas y visitadas que se han escrito en este blog sobre un libro. Entonces, la obra llevada a examen y crítica fue la monumental Yo confieso, también publicada en Destino. A partir de ahí, tanto Care Santos como todos aquéllos que descubrimos a Cabré ese 17 de noviembre empezamos a devorar otros títulos del autor como Las voces del Pamano, Viatge d`hivern o Señoría. Ni siquiera sabíamos entonces que ya había sido traducido en más de quince países.
No sé qué ocurre ni qué me ocurre con Cabré y no me importa que se deba a una moda de ésas que corre de boca en boca y que muchas veces inflan el prestigio de los escritores desconocidos gracias a certeras estrategias editoriales. Lo único que sé o creo que sé es que dicho prestigio no se va a desinflar en mucho tiempo. Psicología del personaje y estructura, suspense y reflexión, crítica social e intimismo, ambición formal y un “hablar llano” que tanto defendió en su día Cervantes: todo o todo lo que yo acierto a ver es equilibrio en la última novela publicada del autor catalán, y ya son muchas. Además, con Señoría nos vuelve a regalar una novela histórica de verdad, con su rigor, con su estudio de las costumbres de una época, con su vocabulario; en resumen: con su documentación, parte o paso previo que se le olvida a muchos que incurren en este subgénero narrativo tan de boga hoy en día.
El argumento de Señoría es sencillo: Rafael Massó, regente civil de la Audiencia de la Barcelona del siglo XVIII, contempla preocupado cómo el asesinato de una famosa cantante francesa en sus dominios jurídicos puede acarrear la propia caída de su prestigio y poder. Sin tiempo que perder, se detiene a un joven poeta como chivo expiatorio que además, sin saberlo, porta ocasionalmente unos documentos secretos de los que depende gran parte de la decadente aristocracia borbónica, entre ellos su señoría Rafael Massó.
Todo sale bien para el poderoso y mal para el pobre, tal y como la vida misma, pero la bendita ficción de esta obra quiere que una pasión tan vieja como los hombres, el deseo hacia las mujeres hermosas, pueda servir como última esperanza para hallar al verdadero culpable del asesinato y de esta manera reconciliar al lector con la justicia.
Corrupción + poder + miserias humanas + historia catalana + amor platónico contra el sexo más sucio e interesado. Todo ello aderezado por la melomanía ya conocida del autor. En definitiva, los mismos temas que podíamos encontrar en Yo confieso, Las voces del Pamano y otros títulos. Hay quien dice que cuanto más pequeño es el mundo de un escritor, mejor es el escritor. En ese sentido ése es el acierto de Cabré, quien, escriba una novela ambientada en la Edad Media, en la casi pseudoilustrada España borbónica o en la actualidad, siempre te habla de lo mismo y consigue que tú, como lector, quieras que te hable de lo mismo, pero de distinta manera.
Yo tengo pendiente desde hace un año "yo confieso" y espero que me guste tanto como así y me pase igual que empiece a devorar todas sus novelas.
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