Ediciones Hades, Castellón de la Plana, 2012. 109 pp. 12 €
María Dolores García Pastor
Visto de manera objetiva todos estaremos de acuerdo en que hostigar, golpear, lancear y matar a alguien es un crimen. Pero cuando la víctima es un animal, concretamente un toro, hay quienes ven en ello tradición, arte y cultura. Algunos se preguntan qué tiene de artístico la tortura. Las tradiciones pueden cambiarse, adaptarse a los tiempos. Echando la vista atrás en lo que a tradiciones ancestrales se refiere recordaremos, por ejemplo, que en cierta época de la historia era “tradicional” quemar en hogueras a las personas acusadas de brujería y que una de las buenas costumbres de la antigua Roma era echar a los cristianos a los leones. Afortunadamente dejó de hacerse. A eso se le llama evolucionar aunque algunos se encierren en su caparazón y se nieguen a hacerlo. Cada año dentro de los festejos patronales de Tordesillas se celebra un torneo que consiste en la persecución, hostigamiento, tortura y muerte de un toro. Las calles de esta localidad se llenan de individuos que perpetran lo que a muchos les parece una barbarie, un verdadero anacronismo y un total sinsentido.
Pese a que no son pocas las voces que se alzan en contra de esta atrocidad, incluidas las de algunos habitantes de Tordesillas (que lo suelen hacer amparados en el anonimato) y reconocidos taurinos, desde instituciones como su Ayuntamiento o el Patronato se promueve y se protege. Por su parte quienes no están a favor de esta fiesta, que supone torturar cruelmente a un animal indefenso, ponen en marcha diferentes iniciativas año tras año para acabar con esta “tradición”, Palabras para un toro sin voz es una de ellas. Relatos, artículos, poemas y viñetas sirven para dar voz al toro de la Vega, para lanzar un grito colectivo contra la barbarie. En este libro gritan en nombre del toro de la Vega autores de la talla de Soledad Puértolas, Ruth Toledano, Emilio Silva, Luisa Cuerda, Asier Triguero, Fernando Delgado, Esther Tusquets, Rafael Narbona, José Luis Victoria, Fernando González “Gonzo”, Elvira Lindo, Nativel Preciado, Ricardo Muñoz José, Carlos Mañas, Ángel Padilla, Jorge Riechmann, Hugo Cardalda, José Luis Ordóñez, David Fernández Rivera, Ian Gibson, Vicent Jaume Almela, Javier Montilla, Eduardo Galeano y Julio Ortega Fraile.
Le ponen imagen con sus dibujos Juan Kalvellido y Carlos Azagra. Una baza importante del libro es que ayuda a empatizar con la víctima. Algunos de los relatos nos meten en la piel del toro, como es el caso de “El hombre de la Vega” de Ricardo Muñoz José, que propone un cambio de papeles que hace del todo evidente la brutalidad de este festejo. También encontramos pequeñas joyas como el breve artículo de la recientemente fallecida Esther Tusquets que indaga en las raíces de su amor y su afán de protección y defensa de los animales, todo por “culpa” de su perrita Gabi. O el curioso diálogo entre Sinatra y Ava Gadner, en “A su manera”, donde José Luis Ordoñez imagina la reacción del mítico cantante cuando Ava, le cuenta lo que le hacen a algunos toros en un lugar de Valladolid, una tradición aún “más cruenta” que torearlos. Como no podía ser de otra manera, Ian Gibson nos regala un dato histórico importante: Queipo del Llano, a su juicio el general más sádico de la Guerra Civil culpable de la muerte de miles de andaluces inocentes, nació en Tordesillas. ¿Dato significativo o simple curiosidad?Todos los participantes en esta antología mixta se implican y hablan con el corazón. Y por si la calidad de los colaboradores y la componente reivindicativa no son suficientes alicientes para acercarse a este libro, habrá que añadirle el hecho de que puede que muy pronto se acabe convirtiendo en una especie de “incunable”. La razón es que circula en los medios la noticia de que a partir del año que viene “Difamar el torneo del Toro de la Vega tendrá multas de hasta 3.000 euros”. Entiendo por “difamar” hablar en contra de esta fiesta. Al parecer el Patronato, el ayuntamiento de Tordesillas y varias asociaciones vinculadas al mundo del toro han decidido que a partir de 2013, y según se desprende de los artículos 47 y 49 de la nueva ordenanza municipal que regulará el torneo, quienes lo desacrediten (a su juicio) ya sea de viva voz o por escrito, podrán ser multados con cantidades que pueden ascender hasta los 3.000 euros.
Así que iniciativas como estas Palabras para un toro sin voz de la Plataforma “Manos Rojas” se enfrentarán a las penalizaciones que se impondrán desde Tordesillas. Hasta entonces, disfrutemos de esta iniciativa solidaria y reivindicativa en forma de buena literatura.
Pese a que no son pocas las voces que se alzan en contra de esta atrocidad, incluidas las de algunos habitantes de Tordesillas (que lo suelen hacer amparados en el anonimato) y reconocidos taurinos, desde instituciones como su Ayuntamiento o el Patronato se promueve y se protege. Por su parte quienes no están a favor de esta fiesta, que supone torturar cruelmente a un animal indefenso, ponen en marcha diferentes iniciativas año tras año para acabar con esta “tradición”, Palabras para un toro sin voz es una de ellas. Relatos, artículos, poemas y viñetas sirven para dar voz al toro de la Vega, para lanzar un grito colectivo contra la barbarie. En este libro gritan en nombre del toro de la Vega autores de la talla de Soledad Puértolas, Ruth Toledano, Emilio Silva, Luisa Cuerda, Asier Triguero, Fernando Delgado, Esther Tusquets, Rafael Narbona, José Luis Victoria, Fernando González “Gonzo”, Elvira Lindo, Nativel Preciado, Ricardo Muñoz José, Carlos Mañas, Ángel Padilla, Jorge Riechmann, Hugo Cardalda, José Luis Ordóñez, David Fernández Rivera, Ian Gibson, Vicent Jaume Almela, Javier Montilla, Eduardo Galeano y Julio Ortega Fraile.
Le ponen imagen con sus dibujos Juan Kalvellido y Carlos Azagra. Una baza importante del libro es que ayuda a empatizar con la víctima. Algunos de los relatos nos meten en la piel del toro, como es el caso de “El hombre de la Vega” de Ricardo Muñoz José, que propone un cambio de papeles que hace del todo evidente la brutalidad de este festejo. También encontramos pequeñas joyas como el breve artículo de la recientemente fallecida Esther Tusquets que indaga en las raíces de su amor y su afán de protección y defensa de los animales, todo por “culpa” de su perrita Gabi. O el curioso diálogo entre Sinatra y Ava Gadner, en “A su manera”, donde José Luis Ordoñez imagina la reacción del mítico cantante cuando Ava, le cuenta lo que le hacen a algunos toros en un lugar de Valladolid, una tradición aún “más cruenta” que torearlos. Como no podía ser de otra manera, Ian Gibson nos regala un dato histórico importante: Queipo del Llano, a su juicio el general más sádico de la Guerra Civil culpable de la muerte de miles de andaluces inocentes, nació en Tordesillas. ¿Dato significativo o simple curiosidad?Todos los participantes en esta antología mixta se implican y hablan con el corazón. Y por si la calidad de los colaboradores y la componente reivindicativa no son suficientes alicientes para acercarse a este libro, habrá que añadirle el hecho de que puede que muy pronto se acabe convirtiendo en una especie de “incunable”. La razón es que circula en los medios la noticia de que a partir del año que viene “Difamar el torneo del Toro de la Vega tendrá multas de hasta 3.000 euros”. Entiendo por “difamar” hablar en contra de esta fiesta. Al parecer el Patronato, el ayuntamiento de Tordesillas y varias asociaciones vinculadas al mundo del toro han decidido que a partir de 2013, y según se desprende de los artículos 47 y 49 de la nueva ordenanza municipal que regulará el torneo, quienes lo desacrediten (a su juicio) ya sea de viva voz o por escrito, podrán ser multados con cantidades que pueden ascender hasta los 3.000 euros.
Así que iniciativas como estas Palabras para un toro sin voz de la Plataforma “Manos Rojas” se enfrentarán a las penalizaciones que se impondrán desde Tordesillas. Hasta entonces, disfrutemos de esta iniciativa solidaria y reivindicativa en forma de buena literatura.
Espléndida reseña de un libro imprescindible.
ResponderEliminarPuede que el libro se convierta en un ejemplar único, raro, inencontrable, pero ¡¿incunable?! ¿En serio lo dice? ¡¿Incunable?! Como no tenga una máquina del tiempo...
ResponderEliminarEstupenda reseña para un libro lleno de buena literatura y ética.
ResponderEliminarMarta
Disculpa, pero yo he leído unas cuantas reseñas, y esto de reseña no tiene nada. Es un vehemente panfleto antitaurino, pero no una reseña.
ResponderEliminarEsteban
¿Panfleto y no reseña porque muestra que es antitaurino? Yo creía que las reseñas estaban para dar opiniones. En cualquier caso me parece genial. Me lo compro fijo.
ResponderEliminar¡Ah! Y rompo una lanza por el reseñista que creo que sabe lo que quiere decir incunable por eso lo entrecomilla y dice "una especie de". Lo dicho, me lo compro.
Una reseña es para dar una opinión, pero sobre un libro, no sobre cualquier otra cosa. El ser o no pro-taurino no tiene nada que ver con la calidad literaria del mismo. No confundamos las cosas.
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